AGENCIA
Turquía.- En un remoto pueblo de Turquía, la familia Ulas ha captado la atención de científicos y el público en general por su insólita forma de caminar a cuatro patas, una característica nunca antes observada en humanos adultos modernos. Esta peculiaridad, presente en seis de los 18 hijos de la familia, ha llevado a la comunidad científica a considerarlos una auténtica anomalía dentro de la especie humana.
El caso de la familia Ulas salió a la luz en los primeros años de la década del 2000, cuando un estudio científico examinó a cinco de los hermanos y su peculiar manera de moverse, similar a la de un oso. Este hallazgo dividió a los expertos sobre la causa de este fenómeno, que algunos atribuyen a factores genéticos y otros a un daño cerebral específico.
El profesor Nicholas Humphrey, psicólogo experto en evolución de la London School of Economics (LSE), quedó fascinado por el caso y viajó a Turquía para conocer a la familia. Humphrey destacó que la forma de cuadrupedalismo de los Ulas difiere significativamente de la observada en chimpancés y gorilas, ya que estos primates caminan sobre los nudillos, mientras que los Ulas usan las palmas de las manos y mantienen los dedos levantados del suelo.
Los escaneos de resonancia magnética realizados a los hermanos afectados revelaron una sección reducida del vermis cerebeloso en su cerebro, lo que podría estar relacionado con su forma de caminar. Sin embargo, Humphrey señaló que este daño cerebral, por sí solo, no explica completamente por qué caminan a cuatro patas, ya que otros niños con daños cerebrales similares aún pueden caminar erguidos.
El profesor también sugirió que el cuadrupedalismo de los Ulas podría ser una manifestación de un momento evolutivo anterior, cuando los humanos aún no caminaban completamente erguidos. Sin embargo, consideró que una explicación más sencilla podría ser la falta de estímulo para caminar sobre dos pies en el entorno rural en el que crecieron, donde no contaban con acceso a servicios de salud que les ayudaran a desarrollar esta habilidad.
En un documental de 60 Minutes Australia, Humphrey relató cómo al proporcionarles un andador, los Ulas mostraron una transformación asombrosa. Por primera vez, caminaron erguidos, lo que les llenó de alegría y les dio un renovado sentido de logro. Este momento, según Humphrey, le dio un profundo respeto por la capacidad del ser humano para superar la adversidad y preservar su orgullo e identidad, incluso en las circunstancias más desafiantes.
La historia de la familia Ulas sigue siendo un enigma para la ciencia, y su caso continúa inspirando debates sobre la evolución humana y la capacidad de adaptación del espíritu humano.