AGENCIA
EEUU.- La Guardia Costera y la Marina de los Estados Unidos realizaron un dramático rescate en el Océano Pacífico la semana pasada, salvando a una madre, su hijo de 7 años y sus dos mascotas, una tortuga y un gato, de un velero varado a casi mil 600 kilómetros de la costa de Hawái. El velero, llamado “Albroc” y navegando bajo bandera francesa, se encontraba en grave peligro debido a la proximidad del huracán Gilma, que amenazaba la zona con olas gigantes y fuertes vientos, según informó el New York Post.
El 25 de agosto, el Centro de Coordinación de Rescate Conjunto de Honolulu recibió una señal de emergencia de una radiobaliza, alertando sobre la familia varada en el “Albroc”. La Guardia Costera respondió de inmediato, transmitiendo la alerta a los barcos cercanos y desplegando un avión HC-130 Hércules para localizar la embarcación en peligro.
El avión Hércules fue el primero en avistar al “Albroc” y, al acercarse, captó una llamada de socorro de la mujer a bordo. La tripulante informó que solo ella, su hijo de 7 años y sus dos mascotas estaban a bordo junto con el cuerpo del capitán, quien había fallecido. Las autoridades no han aclarado las circunstancias de su muerte.
Las condiciones climáticas en el área eran extremadamente peligrosas, con olas de hasta 6 pies y vientos de 20 millas por hora generados por el huracán Gilma, lo que complicó las labores de rescate. Ante la imposibilidad de acercarse al velero en un primer momento, se solicitó apoyo adicional de la Marina, que envió un buque cisterna de gas licuado de petróleo de 754 pies para ayudar en la operación.
No fue sino hasta las 05:00 horas del día siguiente que las condiciones meteorológicas mejoraron lo suficiente como para permitir una ventana de rescate. Aprovechando esta breve oportunidad, los rescatistas lograron evacuar a la madre, su hijo y sus dos mascotas de forma segura, llevándolos de regreso a Honolulu.
El rescate se realizó en el último momento posible, ya que solo 12 horas después, las olas en la zona alcanzaron alturas de hasta 25 pies, casi la mitad de la longitud del dañado velero. A pesar de las difíciles condiciones, las tripulaciones de rescate demostraron una habilidad excepcional para maniobrar cerca del “Albroc” y evacuar a los sobrevivientes.
El comandante de la Marina de los Estados Unidos, Bobby Wayland, elogió la cooperación efectiva entre la Marina y la Guardia Costera durante la operación. “Fue genial ver al equipo de la Marina y la Guardia Costera trabajar juntos con tanta fluidez”, comentó Wayland en un comunicado de prensa.
