La seguridad municipal en Córdoba fue reforzada con 35 nuevos elementos de Policía municipal, después de un curso express de 3 meses porque ya los necesitan en la calle. Lo que urge que les enseñen son valores, pues es bien sabido que son unos coludidos que le “echan aguas” a los delincuentes, y extorsionan a quien ven vulnerable. Les hicieron la prueba de confiabilidad hace un par de meses, y resultaron 60 policías reprobados en dicha prueba. Sin embargo, aún los mantienen ahí, ¿Qué no saben que si se deja un fruto podrido en una canasta pudre a los demás? En fin, con estas situaciones ¿Cuándo podremos tener un Córdoba seguro? ¡Vaya autoridades que nos aguardan, policías atrapaborrachos y “echa-aguas” a delincuentes!
Y todavía sale Portilla a defenderlos a capa y espada, diciendo que no representan un gasto oneroso para el Ayuntamiento, que seguirá con su año de austeridad, pues si les paga una miseria, dejando que extorsionen y trabajen con la delincuencia, ahí seguramente ganan más, pero finalmente los afectados son los ciudadanos que día a día resienten la inseguridad.
En Orizaba, en los recientes días festivos de diciembre, con 26 parquímetros, lograron ingresos de un millón 150 mil pesos, dinero que están ocupando para hacer el edificio del Instituto de la Mujer, donde podrán dar una verdadera atención como debe ser a las pacientes; no como Portilla -el alcahuete de Lavín- que sólo generó un puesto al vapor de Coordinadora de la Mujer, sólo para no incumplir con la equidad de género, pero sin un verdadero proyecto en beneficio de Córdoba. Además de que este logro en Orizaba, es gracias a los parquímetros, los cuales son del Ayuntamiento, no como aquí, que ya le habían otorgado el permiso a un particular para que hiciera su negocio cobrando a los cordobeses por estacionarse en su ciudad.
