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Venezuela.- Durante las recientes manifestaciones postelectorales en Venezuela, la represión del régimen se ha intensificado de manera alarmante, afectando de manera desproporcionada a los menores de edad. Desde el estallido de las protestas, más de 100 niños y adolescentes han sido secuestrados arbitrariamente por las autoridades, en una muestra escalofriante de abuso y violaciones a los derechos humanos.
Los menores secuestrados han sido sometidos a condiciones extremadamente precarias. Se ha reportado que estos niños y adolescentes viven en ambientes de hacinamiento, con comida en estado de descomposición y sin acceso a agua potable. Las condiciones en las que se encuentran son calificadas como inhumanas por organismos de derechos humanos y activistas internacionales.
Los testimonios de los familiares y las pocas filtraciones de información desde los centros de detención revelan una dura realidad: los menores están siendo sometidos a maltratos físicos y psicológicos severos. La falta de higiene y la privación de necesidades básicas agravan aún más su sufrimiento.