El viernes 30 de agosto, Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo y fundador de Los Zetas, será liberado después de cumplir 21 años en prisión en una cárcel de Texas. Conocido por su apodo ‘El Matamigos’, Cárdenas Guillén, de 57 años, ha sido una figura central en el narcotráfico, y su liberación marca un capítulo significativo en su larga trayectoria criminal.
Un Acuerdo con la Justicia
A los 43 años, Cárdenas Guillén alcanzó un acuerdo con las autoridades estadounidenses en 2009, comprometiéndose a cumplir 14 años de condena por cargos que incluían tráfico de drogas, amenazas a agentes y lavado de dinero. El acuerdo fue firmado el 30 de julio de 2009, y su sentencia fue dictada en febrero de 2010 en la corte federal de Brownsville, Texas.
Durante la audiencia, la jueza federal Hilda G. Tagle le recordó los graves crímenes que había cometido y la violencia que desencadenó en México y Estados Unidos. A pesar de haber mostrado arrepentimiento y disculparse con México, Estados Unidos, su familia y las víctimas, la jueza expresó dudas sobre la aceptación completa del acuerdo de culpabilidad.
Los Delitos de Cárdenas Guillén
El memorándum judicial detalla una serie de delitos graves cometidos por el narcotraficante:
- Un cargamento de 271 kilos de cocaína escondido en pallets de chiles jalapeños en Falfurrias, Texas.
- Siete cargamentos adicionales de cocaína.
- Operaciones de lavado de dinero vinculadas a la venta de drogas.
- Amenazas a agentes del FBI y la DEA, incluyendo a Joe Dubois y Daniel Fuentes, detenidos en Matamoros, Tamaulipas, en 1999.
El Futuro de Cárdenas Guillén
El Buró Federal de Prisiones (BOP) de Estados Unidos anticipa que Cárdenas Guillén será liberado el 30 de agosto. Sin embargo, enfrenta acusaciones pendientes de crimen organizado y tráfico de drogas en México, y su posible deportación o la opción de permanecer en Estados Unidos bajo libertad supervisada dependerá de las decisiones de las autoridades estadounidenses.
El regreso de ‘El Matamigos’ seguramente será motivo de gran atención mediática, y su futuro, tanto en México como en Estados Unidos, continuará siendo objeto de seguimiento.
