Larry, el famoso gato de Downing Street, se ha ganado un lugar especial en el corazón de los británicos desde su llegada a la residencia oficial del Primer Ministro en 2011. Adoptado durante el mandato de David Cameron, Larry no solo se convirtió en una querida mascota, sino que también asumió el título de “Jefe Cazador de Ratones del Gabinete”, demostrando ser un hábil cazador mientras presenciaba cambios significativos en el gobierno británico.
Con 17 años de edad, Larry ha superado la esperanza de vida promedio de los gatos, que suele oscilar entre 13 y 18 años. Ante la inevitable realidad de su avanzada edad, se ha comenzado a hablar de un protocolo especial para el día de su fallecimiento, denominado “Larry Bridges”. Según medios locales, esta operación incluye la recopilación de una serie de fotografías donde Larry luzca espectacular, las cuales serán publicadas en redes sociales acompañadas de un mensaje que confirme su partida.
Larry ha sido testigo de momentos históricos, trabajando bajo el mandato de cinco primeros ministros: Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss, y Rishi Sunak. Ahora, con la llegada del líder laborista Keir Starmer como su sexto y último compañero de casa, Larry sigue siendo una figura emblemática en la vida política del Reino Unido.
El legado de Larry va más allá de sus habilidades como cazador; su presencia ha aportado un toque de calidez y normalidad a la turbulenta vida política de Downing Street. Su eventual despedida marcará el final de una era, y no cabe duda de que será recordado como uno de los felinos más queridos y relevantes en la historia británica.
Al igual que Larry, otros gatos han dejado su huella en la política mundial, como los felinos de Palacio Nacional en México y el michiministro en Perú. Sin embargo, Larry se destaca como un símbolo de la estabilidad y el encanto británico, un testigo silencioso de la historia moderna del Reino Unido.