Cuando se habla de enfermedades transmitidas por mosquitos, el dengue, la chikungunya y el mal de Chagas suelen ser las primeras que vienen a la mente. Sin embargo, hay una amenaza silenciosa que pone en alerta a la salud pública global: la leishmaniasis. Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta enfermedad, menos conocida pero igualmente peligrosa, está presente en al menos 99 países y afecta a más de 12 millones de personas en todo el mundo, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué es la Leishmaniasis?
La leishmaniasis es causada por un mosquito del género Phlebotomus, conocido como flebótomo. Este pequeño insecto es capaz de transmitir la enfermedad a humanos y animales a través de su picadura. Existen tres variantes principales de la leishmaniasis:
- Cutánea: La forma más común en México, afecta la piel con lesiones que pueden transformarse en úlceras dolorosas.
- Visceral: La forma más grave, provoca fiebre, inflamación del bazo y el hígado, y puede ser fatal si no se trata a tiempo.
- Mucocutánea: Afecta las mucosas de la nariz, boca y garganta, causando deformaciones severas en estos órganos.
Síntomas y Tratamiento
Los síntomas varían según el tipo de leishmaniasis, pero todos pueden tener graves consecuencias si no se tratan a tiempo. Desde úlceras cutáneas hasta daños en órganos vitales, la leishmaniasis requiere de un diagnóstico y tratamiento médico especializado. Los tratamientos incluyen medicamentos específicos como los antimoniales pentavalentes y la anfotericina B, que deben ser administrados bajo supervisión médica.
México en Alerta: Casos y Zonas Afectadas
En México, la leishmaniasis es una preocupación creciente, especialmente en los estados de Tabasco y Quintana Roo, donde se registraron los picos más altos de casos en la última década. Según los boletines epidemiológicos del Gobierno de México, en 2023 se reportaron más de mil casos, y en lo que va de 2024, ya se han registrado 225 casos de leishmaniasis cutánea.
Cambio Climático y Expansión de la Enfermedad
El cambio climático juega un papel crucial en la expansión de la leishmaniasis. El aumento de las temperaturas ha facilitado la propagación de los mosquitos flebótomos a regiones donde antes no se encontraban, incrementando así el riesgo de contagio. Este fenómeno ya ha sido observado en países como Brasil y Colombia, y se espera que continúe afectando a otras regiones, incluyendo Europa y nuevas áreas en México.
Factores de Riesgo y Población Vulnerable
Las personas que viven en condiciones insalubres, en hogares con hacinamiento, o que duermen al aire libre, están en mayor riesgo de contraer leishmaniasis. Además, los niños menores de cinco años, los adultos mayores de 50 años, y aquellos con condiciones de inmunosupresión, como el VIH/SIDA, son particularmente vulnerables.
Conclusión
La leishmaniasis es una enfermedad que no debe ser subestimada. Con miles de casos reportados cada año en México, y con el cambio climático potenciando su expansión, es crucial que la población esté informada y tome medidas preventivas. El acceso a un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son esenciales para controlar esta amenaza a la salud pública.