La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ha expresado su profunda preocupación ante la promulgación de una nueva ley por parte del régimen talibán, que impone severas restricciones sobre las mujeres y amplía el control de la llamada “policía de la moral”. Esta legislación, que obliga a las mujeres a llevar velo y les prohíbe hablar en voz alta en lugares públicos, ha sido descrita como una “visión desoladora del futuro” por la representante Especial de la ONU para Afganistán, Roza Otunbayeva.
Desde su ascenso al poder en agosto de 2021, los talibanes han instaurado una serie de prohibiciones que han erosionado los derechos fundamentales de las mujeres afganas. La nueva Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, promulgada esta semana, formaliza muchas de estas restricciones, como la obligatoriedad del hiyab para las mujeres y la imposición de que los hombres se dejen crecer la barba.
La normativa ha sido duramente criticada por la comunidad internacional, que aún no ha reconocido oficialmente al gobierno interino talibán. Sin embargo, algunos países como China y Emiratos Árabes Unidos han comenzado a establecer relaciones diplomáticas con los talibanes, lo que ha generado preocupación en organismos internacionales.
Otunbayeva advirtió que estas nuevas restricciones podrían complicar aún más las relaciones entre la comunidad internacional y el régimen talibán, dificultando cualquier forma de interacción. “Una mayor restricción en los derechos del pueblo afgano”, señaló, “hará todavía más difícil” cualquier tipo de diálogo o cooperación con los talibanes.
La situación en Afganistán sigue siendo alarmante, especialmente para las mujeres y niñas, que han visto cómo sus derechos se han reducido drásticamente bajo el régimen talibán. La ONU y otras organizaciones internacionales continúan presionando por un cambio, pero la realidad en el terreno pinta un panorama cada vez más oscuro para los derechos humanos en el país.