AGENCIA
Tabasco.- En un giro preocupante para la conservación de la vida silvestre en México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha enfrentado críticas tras el reciente regreso a Tabasco de cinco crías huérfanas de mono saraguato (Alouatta palliata). Estas crías, que permanecieron 52 días en el Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS) en el Estado de México, fueron finalmente trasladadas a la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), El Mono del Cacao, en Comalcalco.
El regreso de las crías fue ordenado por María de los Ángeles Cauich García, titular de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) de Semarnat, después de que tres de los nueve ejemplares originales murieran en el CIVS debido a “complicaciones metabólicas” y “baja respuesta del sistema inmunológico”. Sin embargo, la decisión de trasladar a las crías a la UMA El Mono del Cacao ha suscitado serias dudas y críticas.
Desde su traslado inicial el 29 de junio, los primatólogos advirtieron sobre las dificultades que enfrentaría el grupo debido al cambio de clima, altitud y la falta de hojas de árboles tropicales, esenciales para su dieta. La ola de calor que afectó al sureste mexicano desde mayo provocó la muerte de al menos 287 monos saraguato en Tabasco, lo que hizo que el rescate de las crías fuera una operación de alta complejidad.
El plan original era enviar a las crías al Zoológico Yumka, pero debido a la falta de espacio, terminaron en la UMA El Mono del Cacao, un centro cuya idoneidad para la rehabilitación de monos saraguato ha sido cuestionada. Esta UMA, creada en 2015, inicialmente se centraba en la conservación de monos saraguato silvestres, pero su capacidad para manejar y rehabilitar crías huérfanas ha sido puesta en tela de juicio.
Las críticas hacia El Mono del Cacao incluyen la falta de informes anuales y la presencia de instalaciones inadecuadas. A pesar de haber recibido recursos públicos para construir nuevas jaulas, la UMA ha sido acusada de no contar con el equipamiento, personal capacitado y programas de rehabilitación adecuados. La falta de un programa de rehabilitación adecuado ha llevado a que las crías rescatadas terminen conviviendo con animales domésticos y compartiendo espacios inapropiados, lo que compromete aún más su posibilidad de reintegración al hábitat natural.
La falta de transparencia y la gestión deficiente en la rehabilitación de estas crías plantea serias preocupaciones sobre el bienestar animal y la eficacia de las políticas de conservación. Los expertos en primatología habían alertado sobre la necesidad de un programa de rehabilitación intensivo y adecuado, que parece no haberse implementado.
Además, se desconoce el destino de dos de los cuatro monos saraguato trasladados el jueves pasado a la UMA desde Veracruz, lo que añade incertidumbre sobre el manejo y cuidado de los ejemplares rescatados.
Es crucial que las autoridades ambientales y las organizaciones responsables tomen medidas inmediatas para garantizar que estos y otros esfuerzos de conservación sean conducidos con el mayor rigor científico y respeto por el bienestar animal. La falta de recursos y preparación no puede seguir sacrificando la vida de especies en peligro, y es imperativo que se revisen y fortalezcan las estrategias de rehabilitación para asegurar la supervivencia y recuperación de la fauna silvestre.
