“Nadie es desgraciado sino por su propia culpa”
Lucio Anneo Séneca
Veracruz.- El poder político puede nublar la razón, y el destino de algunos que alcanzan grandes alturas puede ser, irónicamente, convertirse en prófugos de la justicia. Este parece ser el caso de Miguel Ángel Yunes Márquez, senador electo por la primera minoría del Estado de Veracruz, quien actualmente es buscado por las autoridades mexicanas.
La situación de Yunes Márquez recuerda la caída de su adversario político, Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz, quien fue capturado en 2016 tras una cacería liderada por el propio Yunes y su padre, Miguel Ángel Yunes Linares. En una vuelta irónica del destino, ahora son los Yunes quienes huyen de la justicia.
Desde la llegada de la Cuarta Transformación (4T), el plan de perpetuidad del Clan Boqueño, liderado por Yunes Linares, se vio frustrado. Según diversas fuentes, la Fiscalía General de la República (FGR) ha puesto su atención en Miguel Ángel Yunes Márquez y su padre, quienes han estado evadiendo a las autoridades en la Ciudad de México, buscando desesperadamente obtener el fuero que les permita evitar un enfrentamiento legal.
Informes recientes sugieren que Yunes Márquez ingresó a México por carretera, escondido en la cajuela de un vehículo con la complicidad de funcionarios migratorios. También se supo que intentó registrarse en el Senado de la República para obtener la credencial de senador, pero no logró recibirla personalmente, lo que dejó en duda su acreditación.
Las autoridades de la FGR han identificado varias ubicaciones donde Yunes Márquez ha buscado refugio, incluida una residencia en la colonia Chapultepec Morelos, cerca del Senado. Según se informa, estas maniobras habrían sido facilitadas por instrucciones de la oficina del coordinador parlamentario de Morena, Ricardo Monreal Ávila, quien aparentemente le habría brindado protección.
La situación plantea serias dudas sobre la integridad de los actores políticos involucrados y las verdaderas intenciones detrás de sus acciones. La sociedad veracruzana, cada vez más consciente y crítica, observa con atención este drama político que cuestiona la moralidad de quienes pretenden representar al pueblo.
A medida que se acerca el 29 de agosto, fecha en la que Yunes Márquez podría tomar protesta como senador, la pregunta que surge es si podrá evadir la justicia o si, como en el caso de Javier Duarte, será finalmente llevado ante la ley. La 4T ha dejado claro que, si es necesario, se procederá al desafuero para que el senador electo enfrente sus responsabilidades legales.
¿Senador o delincuente? La justicia tendrá la última palabra.
Por: Luis Ramírez Baqueiro
