Sandra González
el buen tono
ORIZABA.- Durante la homilía de este domingo, en la Diócesis de Orizaba se reflexionó sobre el mensaje del Evangelio en torno al discurso del Pan de la Vida, resaltando la importancia de vivir en plenitud como un llamado de Jesucristo.
Se recordó que “la gloria de Dios es que el hombre viva en plenitud”, citando a un santo, y subrayó que Jesucristo desea que cada uno de nosotros alcance esa plenitud. “Lo que nos deshumaniza, lo que nos resta plenitud, es lo que tradicionalmente llamamos pecado”, se expresó.
En contraste, destacó, “el Señor viene para darnos plenitud, para realizarnos, darnos paz, para humanizarnos”.
Durante la reflexión sobre el Evangelio, se enfatizó en la conclusión del discurso del Pan de la Vida, en el cual Jesús se presenta como el pan bajado del cielo para dar vida al mundo.
“Esta última parte de este discurso de catequesis que el evangelista San Juan ha desarrollado, sirve para recordar el compromiso que los cristianos tienen al comulgar el cuerpo del Señor”, se manifestó.
El mensaje central de la homilía invitó a los fieles a encarnar en sus vidas los sentimientos de Cristo. “Debemos dejar que Jesucristo con su gracia nos transforme, nos haga verdaderos discípulos y misioneros suyos para que, con nuestros actos de calidad, el mundo tenga vida. Esa es nuestra tarea”, se concluyó.
Este llamado a la acción resalta la responsabilidad de cada cristiano de construir un mundo mejor a través de sus palabras y actos, inspirados por la presencia de Cristo en sus vidas a través de la comunión eucarística.
