Felicidades a la Sra. Mary Bueno González, propietaria de este predio que tiene en renta como bodega, por haber mandado a derribar una higuera que llevaba más de 80 años plantada allí (desde antes de que ella naciera) y que estaba en perfecto estado de salud. Todo esto para hacer lucir ese galerón de color amarillo huevo con letras rojas. ¡Qué lástima que la Sra. Bueno ya no sea la encargada de la administración de su colegio en Fortín, porque lo que le haría falta es cursarlo de nuevo!
Sólo una mente ignorante derriba una higuera cuya tala había sido prohibida en la administración pasada, y todo para que estructuras de pésimo gusto, como las de esa tienda, puedan lucir. Esto es aún más lamentable cuando acabamos de pasar una de las peores temporadas de calor en esta ciudad, gracias a personas que, como ella, siempre optan por derribar los árboles. ¡Como si quedaran muchos en esta ciudad deforestada!