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Predomina la violencia

Superiberia

Córdoba.- La zona de restaurantes conocida como Rancho Trejo, y gasolineras ha sido escenario propicio para las ejecuciones, aún con la llegada de grupos de policías municipales, estatales y federales.

En esa zona, el 14 de junio pasado  fue ejecutado a balazos el trailero Francisco Mendoza Morales, de 56 años, vecino de Soconusco.

La víctima bajaba de su unidad para entrar a comer a uno de los merenderos, donde fue sorprendido por un delincuente que lo asaltó.

Debido a que el camionero opuso resistencia, el delincuente le disparó. Asimismo, el pasado 16 de noviembre, el supervisor de tráileres César Pérez, de 40 años, también fue asesinado, de un balazo en la cabeza, a manos de un desconocido que llegó y le disparó a quemarropa.

La víctima se encontraba en uno de los restaurantes del paradero, a orillas de la carretera federal Córdoba-Veracruz.

Ese día, un sujeto desconocido llegó a la zona de restaurantes, en una camioneta gris, con placas del Distrito Federal.

Tras caminar hacia el restaurante Base Chupón, encaró al supervisor de tráileres, y luego sacó una pistola con la cual le disparó en la cabeza.

 

Los cuerpos que fueron arrojados a orilla de  carreteras

En el mes de febrero varias víctimas fueron ejecutadas a orillas de caminos.

El día 9, por la noche, fue asesinado a balazos al taxista de Cuitláhuac, Alejandro Solís Carrera, de 30 años, quien fuera encontrado sin vida en el interior del taxi número 18, en un camino de terracería, a la altura del kilómetro 33 de la autopista. Tres días después, en unos cañaverales de la localidad Palmillas, municipio de Yanga, fue encontrado el cuerpo decapitado y en estado de putrefacción, del mecánico Alejandro Álvarez Sorcia, de 28 años y vivía en la cabecera municipal de Yanga. 

Tenía diez días de estar desaparecido. Al día siguiente, fue localizada su cabeza descarnada por aves de rapiña.

El día 20, cerca del lugar conocido como Cerro Alto, junto a la carretera Cuitláhuac-La Tinaja, fue encontrado muerto el trailero Javier Valerio Martínez, de 39 años y con domicilio en la localidad Manuel León o San José de Gracia, del municipio de Amatlán.

Luego, el día 7 de mayo, César Acevedo Gallegos, de 24 años, fue encontrado a orilla de unos cañales, cerca de la localidad El Maguey, municipio de Cuitláhuac. Tenía varios días de estar desaparecido.

El 15 de mayo hubo un doble hallazgo. En la mañana, en la carretera federal Córdoba-Veracruz, a la altura del kilómetro 48, entrada al rancho Minerva de Cuitláhuac, aparecieron los cuerpos de un trabajador de Pemex y una licenciada de la ciudad de Córdoba, con señas de tortura y con el tiro de gracia.

Ellos eran los empleados de Pemex en Tierra  Blanca, Alejandro Salamanca Bravo de 40 años, y Linda Patricia Valencia Martínez, de 34, el primero con domicilio en una casa de huéspedes denominada Las Palmas de la calle Agrarista atrás de la escuela Concepción Chumacero en Tierra Blanca, y la segunda era habitante del municipio de Córdoba. De acuerdo con las investigaciones, la mujer había estado presa en el penal de La Toma, acusada de fraude con la venta de plazas.

Por la tarde de ese mismo día, en el fondo de un barranco, a orillas de la autopista México-Veracruz, a la altura del kilómetro 18, entre los municipio de Cuitláhuac y Carrillo Puerto, también fue encontrado asesinado el comerciante Odilón Chávez Lara, de 48 años, con domicilio en la colonia López Arias, propietario de un local de frutas y verduras el cual estaba ubicado en la colonia Pino Suárez de Córdoba.

El 28 de mayo, apareció asesinado Elías Mario Sampieri, de 22 años, estudiante de la Universidad Politécnica de Huatusco, y cuyo cuerpo fue encontrado a orillas de la carretera Huatusco-Zen tla, donde las autoridades detuvieron a tres implicados.

El 20 de agosto, el cuerpo de un hombre fue hallado en estado de putrefacción, a orillas de la autopista Córdoba-Veracruz, a la altura del kilómetro 37+700, en un camino vecinal, cerca del canal de riego “3 Puertas”.

 

Antonio Osorio

El Buen Tono

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