DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
CÓRDOBA.- La reciente decisión del cabildo de destinar 30 de los 57 millones de pesos del fondo de parquímetros para la construcción de nuevas banquetas ha generado una ola de inconformidad, principalmente entre los usuarios de estos aparatos.
La reciente aprobación del gasto para la construcción de banquetas en la calle 9, donde se encuentran los negocios de algunos miembros del Fideicomiso de Parquímetros, es una muestra clara del favoritismo y los intereses particulares que están en juego dentro del Comité.
Esta obra, lejos de mejorar la infraestructura pública para todos, parece estar diseñada para satisfacer “caprichos”, sin un interés de velar por el desarrollo real de la ciudad.
Esta situación deja en evidencia que el nuevo impuesto que ahora todos los cordobeses deben pagar por estacionarse en las calles, no está siendo aplicado de manera equitativa ni para beneficio general.
Lo que antes no se cobraba, ahora se exige bajo el argumento de que estos recursos serían destinados a obras públicas necesarias y proyectos magnos que antes no existían.
La realidad es que los beneficios de este recurso parecen no estar diseñados para responder a las verdaderas necesidades de los habitantes.
Los ciudadanos, se preguntan ¿quién está vigilando realmente el destino de este nuevo dinero que se les cobra a los cordobeses?
Pobladores se preguntan si este tipo de decisiones realmente tienen en cuenta el bienestar de la comunidad o si, en cambio, están guiadas por intereses personales de los mismos miembros del Comité? Además, la falta de planificación a largo plazo es evidente.
“¿De qué sirve invertir en nuevas banquetas si ni siquiera se están enterrando los cables? El día que decidan hacerlo, probablemente romperán estas mismas banquetas, desperdiciando el dinero de todos”, señalan.