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Recife, Brasil – Hace un año y medio, Julio Trindade descubrió que padecía apnea del sueño, un trastorno que interfiere con la respiración durante el descanso nocturno. En busca de solución, Trindade optó por una cirugía ortognática para corregir la estructura de su mandíbula, un procedimiento que parecía ser la respuesta a sus problemas de salud.
Sin embargo, en mayo de este año, lo que comenzó como una intervención quirúrgica prometedora pronto se convirtió en una batalla por la vida. Tras la operación, Julio comenzó a experimentar complicaciones respiratorias graves que requirieron su ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Una infección hospitalaria con la bacteria KPC (Klebsiella pneumoniae carbapenemasa) se apoderó de sus pulmones y se diseminó rápidamente por todo su cuerpo, complicando su ya frágil estado de salud.
La situación se tornó crítica cuando su capacidad respiratoria descendió drásticamente a un 40 %, obligando a los médicos a intubarlo para mantener la oxigenación. En un giro aún más sombrío, Julio sufrió dos paros cardíacos de siete minutos cada uno, intensificando la gravedad de su condición.
Ante la desesperación, los médicos recurrieron al uso de un dispositivo ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea), que actuaba como un pulmón artificial. Sin embargo, este costoso tratamiento no estaba cubierto por su seguro de salud, lo que llevó a su esposa, Maíra Gama, a emprender una lucha legal para que el seguro cubriera los gastos necesarios.
La infección por la superbacteria KPC no solo devastó sus pulmones, sino que también afectó sus riñones, hígado y médula ósea. Esto obligó a Trindade a someterse a múltiples cirugías para extirpar tejido necrótico y enfrentarse a la angustiante posibilidad de amputarse el pie. En medio de la incertidumbre, Trindade, a pesar de su situación, mantenía un buen sentido del humor y una actitud positiva, lo cual, según su pareja, fue crucial para su recuperación.
Después de siete días conectado al ECMO, Trindade logró salir del hospital. Al regresar a casa, evitó pasar por un cementerio, prefiriendo dirigirse a un lugar lleno de recuerdos felices de su vida como DJ. Ahora, después de superar esta dura prueba, Julio planea celebrar su regreso con una cerveza en una fiesta de samba organizada por sus amigos.
A pesar de los desafíos y el dolor que enfrentó, Julio Trindade ha demostrado una notable resiliencia y esperanza, afirmando su intención de disfrutar de la vida y celebrar su segunda oportunidad con alegría y gratitud.