Ciudad de México – En medio de la creciente crisis político-electoral en Venezuela, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha emitido una declaración contundente sobre la postura de su gobierno respecto a la situación. López Obrador afirmó que México no considera “prudente” intervenir en la crisis que ha surgido desde el 28 de julio, cuando Nicolás Maduro y las fuerzas opositoras se proclamaron ganadores de las elecciones en el país sudamericano.
Durante su conferencia de prensa en el Palacio Nacional, López Obrador subrayó el compromiso de México con el principio universal de la autodeterminación de los pueblos. En este contexto, discrepó de la propuesta de su “amigo” Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, quien sugirió que Maduro convoque a nuevas elecciones para despejar las dudas sobre el resultado de la contienda electoral.
Principio de No Intervención
“Vamos a ver qué resuelve el tribunal, no creo que sea prudente que un gobierno extranjero opine sobre algo que corresponde resolver a los venezolanos,” expresó López Obrador, al tiempo que solicitó a su vocero, Jesús Ramírez, que proyectara el contenido del artículo 89 constitucional de México. Este artículo establece las directrices para la política exterior del país, enfatizando el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la no intervención en sus asuntos internos.
López Obrador destacó que México mantiene una postura de respeto absoluto por el principio de no intervención y la solución pacífica de controversias, insistiendo en que “nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho.”
Reacciones y Acusaciones
En cuanto a la percepción internacional de la situación, el presidente mexicano denunció un sesgo hacia la postura del gobierno de Estados Unidos desde el inicio del proceso electoral en Venezuela. Criticó que, incluso antes de que se conocieran los resultados oficiales, funcionarios estadounidenses y la Organización de Estados Americanos (OEA) ya se habían pronunciado sobre el resultado de las elecciones, lo que consideró una actitud tendenciosa.
López Obrador aseguró que México no apoya a ningún bando en la contienda venezolana. “Lo único que pedimos es que todo se resuelva de manera pacífica, que no haya violencia, que no haya represión,” reiteró, subrayando la necesidad de que las autoridades venezolanas sean las únicas encargadas de resolver la crisis electoral.
Prudencia y Esperanza
El gobierno mexicano ha optado por una postura de prudencia, a la espera de que los órganos electorales de Venezuela tomen una decisión sobre los resultados. Mientras tanto, López Obrador instó a todos los actores internacionales a respetar el proceso y la soberanía del país sudamericano.
Este enfoque refleja un compromiso con el diálogo y el respeto a los procesos democráticos, en un momento en que la comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la crisis en Venezuela.