De la Redacción
El Buen Tono
Región.- La reciente decisión de Claudia Sheinbaum de incluir al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, como parte de su equipo en el próximo gobierno federal, ha generado indignación entre muchos veracruzanos.
Esta nominación es difícil de entender, dado el historial de García Jiménez en la administración estatal, marcada por su ineptitud y corrupción en el desarrollo de Veracruz.
Bajo su mandato, Veracruz se ha consolidado como el segundo estado con las peores carreteras del país, un hecho que refleja la falta de inversión y el abandono de la infraestructura vial. Los caminos deteriorados no sólo afectan la movilidad de los ciudadanos, sino que también perjudican la economía local, dificultando el comercio y el turismo, sectores vitales para el estado.
Además, García Jiménez ha sido incapaz de solucionar de manera efectiva otros problemas críticos; el desastroso manejo del Acuario de Veracruz, plagado de irregularidades y trampas administrativas, es otro ejemplo de su incapacidad para supervisar y garantizar la transparencia en proyectos importantes.
Pese a las constantes críticas y denuncias, el gobernador parece más preocupado por asegurarse un lugar en el próximo gobierno federal que por resolver los problemas que afectan a su estado.
Por si fuera poco, en lugar de enfrentar las críticas y rendir cuentas por su deficiente gestión, García Jiménez ha anunciado que pedirá licencia para dejar el cargo y mudarse a la Ciudad de México. Sin embargo, no ha especificado cuándo ocurrirá esto, afirmando que primero supervisará algunas obras que supuestamente aún va a entregar, una promesa que, dada su trayectoria, deja mucho que desear.
