Este miércoles por la tarde, el mundo del cine perdió a una de sus figuras más queridas e influyentes. Gena Rowlands, reconocida mundialmente por su papel de Allie en The Notebook, falleció en su casa de Indian Wells, California, rodeada de su familia. La actriz, quien tenía 96 años, había estado luchando contra la enfermedad de Alzheimer durante los últimos cinco años, una condición que también afectaba a su personaje en la exitosa película dirigida por su hijo, Nick Cassavetes.
Nacida el 19 de junio de 1930 en Madison, Wisconsin, Gena Rowlands demostró desde joven su talento innato para la actuación. Tras estudiar en la Universidad de Wisconsin, se trasladó a Nueva York para comenzar su carrera en el teatro y la televisión en vivo. Sin embargo, su destino la llevó a Hollywood, donde construyó una carrera que abarcó más de seis décadas y dejó una marca indeleble en la industria cinematográfica.
Su colaboración con su primer esposo, el aclamado cineasta John Cassavetes, se convirtió en uno de los dúos más respetados del cine independiente. Juntos crearon películas icónicas como Una mujer bajo la influencia (1974) y Gloria (1980), ambas con actuaciones impactantes que le valieron a Rowlands dos nominaciones al Oscar. Su estilo actoral naturalista y su habilidad para retratar personajes complejos la consolidaron como una de las actrices más respetadas de su tiempo.
Además de su carrera en el cine, Rowlands también dejó su huella en la televisión, ganando cuatro premios Emmy y dos Globos de Oro. En 2015, fue honrada con un Oscar honorífico por su invaluable contribución al cine, marcando el final de su carrera cuando decidió retirarse ese mismo año.
La enfermedad de Alzheimer fue un desafío que enfrentó en los últimos años de su vida, un diagnóstico que fue revelado públicamente por su hijo Nick en junio durante el 20º aniversario de The Notebook. En aquel momento, Nick compartió que su madre había alcanzado un estado de “demencia total” tras años de lucha contra la enfermedad. Este triste desenlace nos recuerda la frágil naturaleza de la vida, incluso para aquellos que parecían invencibles en la pantalla.
Gena Rowlands no solo fue una actriz excepcional, sino también una figura emblemática cuya influencia trasciende generaciones. Su legado en el cine y la televisión seguirá vivo a través de sus actuaciones icónicas y su capacidad para tocar el corazón de millones.