De la Redacción
El Buen Tono
Tlilapan.- A pesar del alto índice de violencia y adicciones que se registran entre familias del municipio, las autoridades locales, y en especial la Procuraduría del Menor, se muestran omisas ante el problema, lo que también es corrupción.
Madres de familia dijeron que existe el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), pero su intervención es mínima, “apenas ocho casos, cuando en la realidad son decenas de afectados los que hay”.
Indicaron que tienen presupuesto para sectores vulnerables, pero se niegan a aplicarlo porque todo se roban, y nada aplican.
Destacaron que una de las consecuencias del problema es la deserción escolar, “a las autoridades les encanta dar declaraciones, pero sin hacer nada por la población”.
Añadieron que, en lugar de gastarse el dinero de los contribuyentes en frivolidades, comidas, viáticos, lujos en general, deberían tener un equipo se psicólogos que atiendan a los menores y adolescentes que lo necesitan. “Hay dinero, pero si vamos al DIF, debemos esperar mucho tiempo para que nos atiendan, y salimos sin nada”.