AGENCIA
São Paulo, Brasil.- El pasado 9 de agosto, un devastador accidente aéreo en São Paulo, Brasil, dejó un saldo de 62 fallecidos, entre los cuales se encontraban ocho médicos especializados en oncología. Estos profesionales, descritos como expertos en cáncer por medios internacionales, se dirigían a una conferencia médica cuando el avión en el que viajaban, el vuelo 72-500, se precipitó al suelo en lo que se conoce como una “espiral de la muerte”, a unos 80 km de São Paulo.
La tragedia ha capturado la atención mediática internacional debido a la magnitud del desastre y la pérdida de reconocidos profesionales de la salud. Según Eduardo Baptistella, integrante del Consejo Médico Regional, seis de los fallecidos eran oncólogos experimentados y dos más eran médicos residentes en su último año de especialización. Entre las víctimas se encuentran el radiólogo Leonel Ferreira y la experta en cáncer pediátrico Sarah Stella.
Baptistella también reveló que un total de 15 médicos expertos en cáncer estaban programados para tomar el vuelo siniestrado. Sin embargo, una decisión de último minuto hizo que siete de ellos optaran por tomar otro avión, salvando así sus vidas.
El accidente se produjo cuando la aeronave entró en una “espiral de la muerte”, un descenso rápido y en espiral que, si no se corrige a tiempo, suele culminar en una falla estructural del avión, provocando un fuerte impacto contra el suelo. Esta es una de las causas más comunes de accidentes aéreos. Aunque las investigaciones están en curso, se especula que diversos factores pudieron haber contribuido a la tragedia.
En un giro trágico del destino, la aerolínea confirmó que diez pasajeros no pudieron abordar el vuelo debido a un error al momento del embarque, lo que salvó sus vidas. Mientras tanto, las familias de las víctimas y la comunidad médica internacional lamentan profundamente la pérdida de estos destacados profesionales que dedicaron sus vidas a combatir el cáncer.
La investigación continúa para esclarecer las causas exactas del accidente, mientras Brasil y el mundo se unen en duelo por las vidas perdidas en este lamentable siniestro.
