AGENCIA
Tamaulipas.- Tras vivir una de las experiencias más traumáticas de su vida, Don José Ventura Castillo, un empresario restaurantero de 78 años, y su familia han decidido abandonar Tamaulipas luego de su secuestro y posterior liberación. El empresario, quien fue secuestrado el pasado 31 de julio, narró los momentos de angustia que vivió mientras estuvo cautivo y manifestó su preocupación por la seguridad de su hija, Verónica Castillo, suplente a senadora.
Don José relató que cuando se dirigía a su casa, un automóvil negro lo interceptó y de él descendieron hombres armados. “Me vendan y me secuestran, todavía traigo unas señas ahí donde me amarraron y me vendaron”, explicó. Los secuestradores lo acusaron de tener una deuda de dos millones de pesos, aunque Don José negó rotundamente deberle dinero a alguien. “Eso me dijeron que dijera porque no le debo a nadie, querían rescate”, aseguró.
Durante su cautiverio, los delincuentes aceptaron negociar el rescate con su hija Verónica, insistiendo en que ella misma debía llevar el dinero. “Pero más que nada yo pienso que querían dañar a mi hija, porque querían que ella llevara el dinero”, comentó Don José, quien agregó que sus captores amenazaron con matar a cualquiera que la acompañara, incluidos policías.
Poco más de 24 horas después de que el secuestro se hizo público en redes sociales, y tras un llamado de apoyo por parte de la activista Delia Quiroga, vocera del Colectivo de Búsqueda 10 de Marzo, Don José fue liberado y logró llegar solo a su domicilio.
La traumática experiencia ha llevado a la familia Ventura Castillo a tomar la decisión de dejar Tamaulipas en busca de seguridad. Sin embargo, la investigación continúa, ya que se ha presentado una denuncia formal y hay tres personas detenidas en relación con el caso. No obstante, uno de los detenidos fue encontrado muerto, con signos de golpes, pocos días después de haber ingresado al penal de Reynosa.
El secuestro y sus implicaciones subrayan la situación de inseguridad que viven muchas familias en Tamaulipas, obligándolas a tomar decisiones drásticas para proteger sus vidas.