De la redacción/El Buen Tono
Veracruz.- En Veracruz, una creciente ola de motocicletas ruidosas está generando una gran inquietud entre los habitantes. La contaminación acústica causada por estos vehículos no solo deteriora la calidad de vida, sino que también representa riesgos para la salud pública y la seguridad en las calles.
Las motocicletas modificadas para producir un ruido excesivo se han convertido en una constante en las principales avenidas y calles del puerto. Equipadas con escapes diseñados para emitir un estruendoso rugido, estas motos han proliferado al punto que los residentes de numerosos barrios, como el de Las Ánimas y el fraccionamiento Costa Verde, reportan constantes perturbaciones en sus hogares.
“Es imposible descansar debido al ruido, especialmente durante la noche. Mi salud ha comenzado a deteriorarse,” comenta Juan López, residente de Las Ánimas, uno de los sectores más afectados. La preocupación de López no es infundada. Varios estudios han demostrado que la exposición prolongada a altos niveles de ruido puede causar problemas auditivos, insomnio y estrés.
Las autoridades locales han intentado mitigar el problema mediante regulaciones y sanciones, pero la falta de cumplimiento y la dificultad para identificar a los infractores han limitado la efectividad de estas medidas. “Es un desafío atrapar a los responsables en el momento de la infracción,” explica María Fernández, oficial de tránsito en Veracruz. “Además, muchos modifican sus motos específicamente para evadir las regulaciones.”
Las organizaciones medioambientales también han expresado su preocupación por la contaminación acústica. La ONG local “Veracruz sin Ruido” señala que el aumento en los niveles de ruido puede tener efectos negativos similares a los de la contaminación del aire, impactando la calidad de vida y el bienestar de la población.
Para enfrentar esta problemática, se han propuesto varias soluciones. Entre ellas, destaca la implementación de controles más rigurosos en la venta y modificación de escapes, así como la realización de campañas de sensibilización dirigidas tanto a motociclistas como a la comunidad en general.
“Es crucial que todos tomemos conciencia del impacto del ruido en nuestra salud y convivencia,” concluye Andrés López, director de “Veracruz sin Ruido”. “Si trabajamos en conjunto, podemos encontrar un equilibrio entre el entusiasmo por las motos y el respeto por el bienestar de todos.”
Mientras tanto, la batalla contra el estrépito de las motocicletas ruidosas sigue en pie, y la búsqueda de soluciones efectivas continúa siendo un desafío tanto para las autoridades como para los ciudadanos veracruzanos.