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Xalapa, Veracruz – Alfonso Torres, un hombre de 101 años que pasó los últimos 20 de su vida en un baño de la unidad deportiva El Adoquín, ubicada en la colonia Rafael Lucio de Xalapa, falleció tras ser ingresado al Centro de Alta Especialidad de Xalapa “Dr. Rafael Lucio”. Torres había resistido su traslado al hospital debido a su preocupación por su perro Rocky, un compañero fiel que también estaba enfermo y en edad avanzada.
El deceso ocurrió tres días después de su ingreso al hospital, donde fue tratado por una infección pulmonar que, debido a su avanzada edad, resultó imposible de curar. Alejandro del Ángel, director del DIF Municipal de Xalapa, y miembros de una agrupación que acompañó y luchó por la atención médica de Torres, confirmaron su muerte.
El caso de Alfonso Torres había conmovido a la comunidad xalapeña, en particular por la lealtad y el vínculo entre él y Rocky, su perro. Hasta ayer, el perro seguía en el baño de la unidad deportiva, donde una mujer de la comunidad se encargaba de llevarle comida.
Torres, quien trabajó como intendente en la misma unidad deportiva, encontró en ese lugar un refugio durante las últimas dos décadas de su vida. Ahora, después de su fallecimiento, se espera que Rocky sea adoptado por algún activista, ya que el animal se ha negado a abandonar la unidad deportiva donde ha vivido casi 15 años.
El médico que atendió a Torres señaló que la edad avanzada del hombre fue el principal obstáculo para tratar la infección en sus pulmones, lo que finalmente derivó en su muerte.
El legado de Alfonso Torres y la historia de Rocky, el perro que se mantuvo a su lado hasta el final, han dejado una marca imborrable en la comunidad, recordándonos la fuerza de los lazos entre los seres humanos y sus compañeros animales.