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Los Ángeles.- Un jurado del condado de Los Ángeles declaró culpable este miércoles a Freddie Trone, de 42 años, por su participación en el asesinato del rapero PnB Rock, ocurrido en septiembre de 2022. Trone fue condenado por un cargo de homicidio, dos cargos de robo y un cargo de asociación delictuosa para cometer robo, tras casi cuatro horas de deliberación por parte del jurado.
El caso, que ha captado la atención del público, se centró en la trágica muerte de PnB Rock, cuyo nombre real era Rakim Allen, un rapero de Filadelfia conocido por su éxito de 2016 “Selfish” y sus colaboraciones con artistas como YFN Lucci y Ed Sheeran. Allen, de 30 años, fue asesinado mientras cenaba en el restaurante Roscoe’s Chicken and Waffles en el sur de Los Ángeles junto a la madre de su hija de 4 años.
Durante el juicio, la fiscalía sostuvo que el asesinato fue ejecutado por el hijo de Trone, de 17 años en ese momento, bajo las órdenes de su padre. El joven, quien ahora tiene 19 años, enfrenta cargos de homicidio y se encuentra bajo custodia del sistema juvenil, aunque un juez ha determinado que actualmente no es competente para ser juzgado.
Por otro lado, la defensa de Trone argumentó que el acusado no tuvo participación directa en el asesinato y que su implicación se dio únicamente después de los hechos. Trone tomó la inusual decisión de testificar en su propia defensa, negando rotundamente cualquier implicación en el crimen. “Nunca tuve nada que ver con eso”, declaró Trone. “Yo no estuve allí. No le dije a nadie que hiciera nada. No le entregué a nadie ningún arma”.
Sin embargo, el fiscal de distrito adjunto, Timothy Richardson, destacó ante el jurado la grave responsabilidad de Trone al enviar a su hijo, consciente de los problemas que este enfrentaba, a cometer el crimen.
“¿Pero usted envía a su hijo de 17 años con conocimiento de los problemas que posee para hacer esto?”, preguntó Richardson en su alegato final, subrayando que alguien que no dispara puede ser culpable de homicidio si es un “participante importante” y actuó con “indiferencia imprudente hacia la vida humana”.
El jurado también encontró culpable a Tremont Jones, otro implicado en el caso, de dos cargos de robo y un cargo de asociación delictuosa. Sin embargo, Jones no fue acusado de asesinato. Su abogado, David Haas, ha anunciado que planea apelar la decisión.
El caso continúa siendo un recordatorio impactante de la violencia que puede surgir en torno a la fama y las riquezas, con consecuencias devastadoras para todos los involucrados.