Veracruz.- Con un desfile de los atletas (que se quedaron) inició el festejo; deportistas de Guatemala, Puerto Rico, Cuba, México y otros 27 países caminaron por la cancha del Estadio Luis “Pirata” Fuente.
Las 31 banderas de los países participantes se desplegaron en medio de la casa de los Tiburones Rojos, a ritmo de Ricky Martín, cada nación bailó y gozó el último suspiro del certamen veracruzano.
Un cúmulo de imágenes que sintetizaron 15 días de competencia fueron vistos por los cientos de atletas en la cancha: la Selección Sub-21 fue ovacionada cuando se mostró en la pantalla tras ganar el Oro a Venezuela.
“La Bamba” engalanó el recinto, una extraordinaria coreografía de los voluntarios junto con pirotecnia fueron la mezcla perfecta para levantar a todos los asistentes de sus asientos. Las banderas del Comité Olímpico, ODECABE y México fueron retiradas de su asta, los lábaros fueron cuidadosamente manejados y guardados por marinos mexicanos. Bailes típicos colombianos se dejaron mezclar con el ambiente, a cuatro años de la nueva justa deportiva, la nación cafetera ya se muestra gustosa de albergar la edición XXIII de los JCC.
La flama Centroamericana se extinguió, 31 vestidos iluminados representaban el éxodo deportivo de una nación a otra. Juanes apareció, los atletas se agruparon en el escenario principal. Un par de atletas mexicanas subieron para besar a su ídolo cafetero.
Una lluvia de fuegos pirotécnicos iluminó Veracruz, la despedida perfecta para una fiesta deportiva que recibió a más de cinco mil atletas en
sus entrañas.
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