La tarde de este jueves, el sur de Veracruz se vio sacudido por un violento ataque dirigido contra funcionarios locales. En un incidente que resuena con las tensiones en la región, la alcaldesa de Acayucan, Rosalba Rodríguez, fue objeto de un atentado mientras se encontraba en una cafetería del barrio Villalta.
Según los primeros reportes, hombres armados dispararon contra la camioneta de la edil perredista y un vehículo blanco que formaba parte de su escolta. Afortunadamente, la alcaldesa resultó ilesa gracias a la rápida reacción de su equipo de seguridad, quienes repelieron la agresión. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal ha indicado que el ataque no dejó heridos, pero causó daños materiales significativos en la unidad.
El ataque se produjo mientras Rodríguez Rodríguez se encontraba en un establecimiento ubicado en la calle Ruiz Flores esquina con callejón 20 de noviembre. Ella había llegado en su camioneta particular, custodiada por hombres en un Nissan Versa blanco. Durante el incidente, sus guardaespaldas permanecieron en el vehículo, que recibió al menos cinco impactos de bala en el parabrisas y el cofre.
Los agresores lograron escapar antes de que llegaran las autoridades. En respuesta, la SSP ha implementado un operativo de búsqueda por tierra y aire para dar con los responsables. El comunicado de la SSP afirma que “efectivos estatales mantienen un dispositivo de seguridad en la zona para dar con los responsables; no se reportan personas lesionadas, solo daños materiales a la unidad.”
Este ataque se suma a una serie de actos violentos que han afectado a funcionarios en la región. Hace dos semanas, la tesorera del Ayuntamiento de Texistepec, Thelma Pavón López, y la síndica Margarita Sánchez Castillo fueron atacadas de manera similar, pero sobrevivieron. Además, se recuerda el asesinato de dos cuñados de la alcaldesa, Clemente y Ramiro Condado Escamilla, quienes también fueron víctimas de violencia en circunstancias trágicas.
La violencia en el sur de Veracruz continúa siendo una preocupación creciente, con las autoridades luchando por controlar la situación y proteger a los funcionarios locales.
