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Ciudad de México.— En México, más de 156 mil trabajadores de supermercados y tiendas departamentales enfrentan salarios que no les permiten salir de la pobreza, según un informe reciente de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. El estudio, publicado en julio, revela una alarmante falta de cambio en la remuneración de estos empleados: el 25% de ellos ha visto estancados sus salarios durante los últimos 21 años.
Paulina Gutiérrez, representante de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, subrayó la disparidad entre los ingresos de la industria y la compensación ofrecida a sus trabajadores. “No se corresponde lo que gana, lo que genera esta industria con lo que pagan a las personas trabajadoras. Todavía el 25% de trabajadores tiene salarios de pobreza, es decir, siguen siendo fábricas de pobreza estas empresas”, señaló Gutiérrez.
El informe destaca que, mientras las empresas de supermercados y tiendas departamentales reportaron ingresos superiores a 3 mil millones de pesos el año pasado, la situación de sus empleados contrasta dramáticamente. Tres de cada diez trabajadores en estos sectores ganan menos de 9 mil pesos al mes, una cifra inferior al ingreso mínimo necesario para mantener a un hogar fuera de la pobreza.
Laura, empleada de un supermercado, comenta sobre su experiencia. “En cuanto a salarios, son muy bajos en todos los departamentos. Hablo en general de toda la tienda, y creo que es la que debería tener más, creo que son las que venden todo el año, son las empresas que menos tienden a tener pérdidas y son los salarios más bajos”, explica Laura, quien ha estado recibiendo el salario mínimo durante los últimos tres años.
Laura admite que su salario apenas cubre sus necesidades básicas. “No me alcanza para mucho. Aparte de este trabajo, tengo que generar ingresos fuera. De la canasta básica cada semana, por mucho se va 500 pesos, porque lo demás se va en renta, pagos, luz”, lamenta.
El informe de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza pone de relieve una grave problemática que afecta a miles de trabajadores en el sector, demandando una urgente revisión de las políticas salariales y una mayor equidad en la distribución de las ganancias generadas por estas industrias.
