Agencias
El lunes 5 de agosto de 2024 ha sido marcado por una profunda crisis en los mercados financieros globales, iniciada por una caída histórica en la Bolsa de Tokio. El índice Nikkei experimentó su mayor descenso desde 1987, perdiendo un 12.4%, lo que desató un efecto dominó en las bolsas europeas y americanas. Los principales índices de Wall Street también se hundieron, con el Dow Jones perdiendo 800 puntos y el Nasdaq cayendo casi un 5%.
El desplome de las criptomonedas ha sido igualmente significativo, con Bitcoin perdiendo un tercio de su valor récord alcanzado este año. Este desplome se produce en medio de preocupaciones por una posible recesión en Estados Unidos, lo que ha llevado a los inversores a liquidar activos de riesgo. Las criptomonedas, que inicialmente se beneficiaron del optimismo reciente, ahora enfrentan una fuerte venta masiva, con Bitcoin cayendo a 52,054 dólares y Ether a su nivel más bajo desde enero.
En América Latina, los mercados no han sido inmunes al pánico global. La Bolsa de Argentina registró una caída del 6.34%, mientras que los índices en Chile y México también sufrieron pérdidas significativas. La crisis financiera global se agrava con la depreciación del real brasileño y la caída de las principales bolsas latinoamericanas, reflejando un contagio extendido desde los mercados asiáticos a los mercados emergentes.