AGENCIA
Caracas, Venezuela.- Los gobiernos de Brasil, México y Colombia han solicitado a las autoridades electorales de Venezuela que liberen los datos de la votación del pasado fin de semana, en respuesta a las críticas y la desconfianza internacional generadas por los resultados
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela anunció en la madrugada del lunes que el mandatario Nicolás Maduro había ganado la contienda, lo que fue rechazado por la oposición. Esta asegura que sus recuentos dan una mayoría muy amplia a su candidato, Edmundo González.
“Seguimos con mucha atención el proceso de escrutinio de los votos y hacemos un llamado a las autoridades electorales de Venezuela para que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación”, declararon los países en un comunicado conjunto. “Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional. El principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados”.
Los líderes de Brasil, Colombia y México han intervenido para abordar el creciente vacío entre Maduro y el resto de América Latina tras la votación del domingo. Argentina y Perú retiraron a su personal diplomático de Caracas después de que el Gobierno venezolano expulsara a sus diplomáticos debido a los cuestionamientos sobre la elección.
Los tres países también pidieron a los actores políticos y sociales que ejerzan la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos para evitar una escalada de episodios violentos. “Mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarias en este momento”, señalaron.
Por su parte, la líder opositora María Corina Machado escribió en una columna en el Wall Street Journal que está “en la clandestinidad, temiendo por mi vida, mi libertad y la de mis compatriotas bajo la dictadura de Nicolás Maduro”. Machado enfatizó que los venezolanos han cumplido con su deber al votar para que Maduro salga del poder y que ahora le toca a la comunidad internacional decidir si tolera un gobierno demostrablemente ilegítimo.
Las protestas contra los resultados de la elección han dejado 20 muertos, según Human Rights Watch. La Fiscalía informó que hay un millar de detenidos. El fiscal general, Tarek Saab, mencionó que el dirigente opositor Freddy Superlano, quien había denunciado su captura el martes, fue visitado por fiscales y “se encuentra en buen estado de salud”, cooperando con las autoridades.
En Caracas, la presencia de la policía y la Guardia Nacional sigue siendo fuerte, pero más comercios y transportes públicos han reanudado sus actividades. Portavoces del sector privado se reunieron el jueves con la vicepresidenta Delcy Rodríguez, garantizando que el abastecimiento de alimentos se normalizará el lunes.
Geoff Ramsey, miembro del Centro para América Latina del Atlantic Council, comentó que la cohesión del régimen es un factor clave, ya que hay figuras clave en torno a Maduro que podrían cuestionar si quieren aceptar seis años más de represión, sanciones y caos económico.
Patricio Ballados, subjefe de la misión electoral del Centro Carter, señaló que no se ha aclarado por qué las autoridades electorales declararon ganador formalmente sin haber contado el 100% de los votos. “Desde el punto de vista del Centro Carter, lo que tenemos es una anomalía al no poder contar con un resultado electoral claro”, agregó.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) tenía prevista una conferencia de prensa el jueves, pero la canceló, al igual que el miércoles. La página web del Consejo sigue caída.
Brasil ha asumido un rol crucial en la crisis, tomando el control de las embajadas de Argentina y Perú en Caracas. La decisión brasileña sobre la embajada argentina involucra a seis opositores venezolanos, colaboradores cercanos de Machado, asilados en la residencia del embajador desde marzo.
El presidente argentino, Javier Milei, agradeció a Brasil por hacerse cargo de la custodia de la Embajada argentina en Venezuela, mientras que Perú retiró a su personal diplomático después de reconocer a Edmundo González como presidente electo.
La situación diplomática es inusual, ya que las relaciones no se han roto formalmente con Argentina y otros cinco países (Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay), pero los diplomáticos han sido expulsados. Brasil mediará en asuntos entre estos gobiernos y sus ciudadanos con el ejecutivo venezolano, mientras se normaliza la situación.
