Agencias
México.- El pasado fin de semana, en el zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT) en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se confirmó la muerte de un quetzal, una especie en peligro de extinción. Según datos preliminares, el ave, que habitaba en cautiverio y es emblemática de los bosques tropicales y subtropicales, sufrió una grave herida tras ser presuntamente atacada por un tlacuache que entró al recinto debido a una malla rota, atribuida a negligencia. La herida ocasionó la muerte del quetzal al día siguiente, el domingo 28 de julio.
El ZooMAT, conocido por su labor en la conservación de la fauna regional, descartó inicialmente que la muerte fuera causada por un depredador, sugiriendo que el estrés pudo ser la causa principal, ya que las heridas no parecían tan profundas. Sin embargo, los resultados de la necropsia, esperados en los próximos días, determinarán la causa exacta de la muerte. El zoológico cuenta con seis ejemplares de quetzal, fruto de una estrategia de reproducción de más de una década, dada la alta prioridad de conservación de esta especie sagrada para las civilizaciones maya y azteca.
El quetzal (Pharomachrus mocinno), crucial para la biodiversidad de los bosques nubosos de montaña por su papel como dispersor de semillas, enfrenta un grave riesgo de extinción debido a la deforestación y la caza. La pérdida de hábitat, exacerbada por la expansión agrícola y el tráfico ilegal, ha reducido drásticamente su población. Actualmente, está catalogado como especie en peligro por la NOM-059 y CITES, requiriendo estrictas medidas de conservación para evitar su desaparición.
