Con ritmos tropicales y cumbias que reverberaban por el centro de Tlaxcala, decenas de personas se reunieron para rendir homenaje a los “sonideros”, esos DJ populares que han sido el alma de las fiestas en barrios y pueblos de México durante décadas. Esta vibrante celebración, organizada por las autoridades, mostró la fuerza y la pasión de una tradición que ha ofrecido alegría y unidad a millones de mexicanos.
Mitzi González, de 22 años, nos comparte su entusiasmo: “Cuando bailo siento mucha emoción, siento calientito el cuerpo, siento alegría”. Su experiencia refleja el espíritu de las fiestas “sonideras”, un fenómeno que nació como una alternativa popular a las exclusivas discotecas de las clases altas.
Los “sonideros” surgieron en México como una respuesta cultural y social, ofreciendo una forma accesible de diversión que se celebra en la calle, con ritmos contagiosos y un ambiente inclusivo. Armando Cuautle, un destacado “sonidero”, explica: “En el nivel bajo de nosotros era difícil entrar o estar en ese tipo de lugares. No era bien visto que la gente popular asistiera a esos lugares”. Su relato destaca cómo estas fiestas han permitido a las comunidades populares disfrutar de la música y el baile que aman, sin barreras sociales.
Además de ser un espacio de diversión, las fiestas “sonideras” se convierten en un refugio ante los problemas sociales que aquejan al país, como la violencia del narcotráfico y la extorsión. Cuautle menciona: “Lo que hacemos al final del día es un poco de esparcimiento, alegría, y que finalmente la sociedad se olvide un poco de esos problemas”.
El carácter democrático de estas celebraciones es otro de sus encantos. Como señala Clemente Gasparino, otro “sonidero” del evento: “No le hacemos feo a nadie, aquí puede entrar todo mundo”. Esta apertura ha hecho que las fiestas “sonideras” sean un lugar de encuentro para todos, sin distinción.
Durante la pandemia del COVID-19, cuando las reuniones eran limitadas, los “sonideros” mostraron su creatividad llevando la música a las azoteas para alegrar el encierro de las personas. Además, algunos han transitado a las redes sociales, como el caso de “Sonido Pirata” en TikTok, que se volvió viral por su divertida recreación de personajes de “El Chavo del Ocho”.
Sin embargo, no todo ha sido un camino fácil. En 2023, el distrito de Cuauhtémoc en Ciudad de México prohibió las fiestas “sonideras” en un barrio, lo que provocó protestas entre los residentes. Esta controversia subraya el impacto cultural de los “sonideros” y la importancia de su papel en la vida comunitaria.
Así, la tradición de los “sonideros” continúa siendo una poderosa forma de expresión popular y un símbolo de resiliencia cultural en México, mostrando cómo la música y el baile pueden unir y alegrar a las comunidades, incluso en tiempos difíciles.
