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Internacional.- Las redes sociales han emergido como un espacio para el desahogo de múltiples frustraciones, pero no siempre ofrecen el consuelo esperado. En una reciente controversia que ha captado la atención de muchos, una joven ha sido objeto de intensas críticas tras publicar un video en el que se muestra llorando por problemas con la batería de su nuevo iPhone.
En el video, la joven comienza su relato entre sollozos, explicando su frustración con el rendimiento de la batería de su dispositivo: “Sabes que a los iPhone les está yendo mal, algunos están yendo horrible, al mío simplemente pues la batería no le dura”, dice mientras las lágrimas empiezan a brotar. La joven detalla su experiencia al acudir a una tienda Apple, donde, según su versión, le ofrecieron el reembolso del dispositivo en lugar de una solución al problema de la batería. “No lo quiero devolver, no quiero el dinero, quiero el móvil”, insistió, visiblemente angustiada.
La joven había decidido invertir en un nuevo iPhone con la esperanza de una mejora, dado que su dispositivo anterior comenzaba a fallar. Sin embargo, se llevó una gran decepción al notar que la batería de su nuevo iPhone duraba mucho menos de lo esperado. A pesar de haber reportado el problema a Apple, la respuesta que recibió no fue la que deseaba, llevándola a grabar y compartir su experiencia en línea.
El video, de poco más de cuatro minutos, ha generado una ola de reacciones negativas entre los internautas, quienes la acusan de exagerar la situación y de ser “ridícula” por llorar por lo que consideran un problema menor. La comunidad en redes sociales se ha dividido, con algunos defendiendo el derecho de la joven a expresar su frustración y otros criticando la aparente falta de perspectiva en su desahogo.
Este episodio pone de relieve cómo las redes sociales, aunque se presentan como un espacio para la empatía y el apoyo, a menudo pueden convertirse en un terreno fértil para la crítica y el juicio. La joven, que solo buscaba una solución a su problema, ha visto cómo su situación se transforma en un tema de debate en el ciberespacio, donde las opiniones se enfrentan y las emociones se vuelven virales.
