México ha pasado de la euforia a la incertidumbre tras el anuncio de que los planes de Tesla para construir una nueva planta de fabricación de coches eléctricos en el estado de Nuevo León se quedan en pausa. Esta decisión deja en el aire una apuesta de más de seis mil millones de dólares, que el Gobierno mexicano confiaba que generaría miles de empleos y atraería más inversión extranjera.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionó con descontento a la noticia, calificándola como “no seria”. “Deben tener ellos otro plan de negocio o ya hicieron el negocio porque también estas empresas muchas veces no producen, sino especulan”, comentó el mandatario, sugiriendo que Tesla podría estar más interesada en aumentar el valor de sus acciones que en la producción real.
El director general de Tesla, Elon Musk, explicó que la decisión de pausar la construcción de la fábrica, prevista en un suburbio de Monterrey, se debe a la incertidumbre sobre las elecciones estadounidenses de noviembre. Musk mencionó que el candidato republicano, Donald Trump, ha propuesto aranceles elevados para los vehículos producidos en México, lo que haría menos viable la inversión en el país.
Algunos analistas sugieren que la verdadera razón podría estar en los malos resultados financieros de Tesla, ya que las ganancias de la compañía cayeron un 45% en el segundo trimestre debido a una caída en las ventas de coches eléctricos. Además, Tesla había solicitado a México garantizar infraestructura energética y vial que aún no se ha construido.
El columnista Mario Maldonado señaló que no se ha hecho ningún avance tangible en la construcción de la planta y que Elon Musk incluso ha advertido en su reciente libro que no enviaría a sus ingenieros a México. La futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también cuestionó los motivos de Tesla, sugiriendo que podría haber otras razones detrás de la pausa en la inversión.
El Gobierno de Nuevo León, por su parte, emitió un comunicado asegurando que Tesla mantiene una inversión importante en el estado y que no ha recibido ningún aviso formal de cambios en los planes de la compañía. Sin embargo, si Tesla decide ajustar su cronograma, el gobierno estatal lo comprende y respeta.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s, advirtió que los comentarios de Musk son una señal negativa para México y podrían desalentar a otros grandes inversionistas. Si finalmente la planta automotriz no se concreta, podría implicar que se percibe a México como un mercado con riesgo ante un eventual triunfo de Trump.
López Obrador ha insistido en que su administración ha proporcionado todas las facilidades para la inversión y ha destacado que en 2023 se batieron récords de inversión extranjera, alcanzando más de 36 mil millones de dólares, un 27% más que el año anterior. A pesar de esto, la pausa en la inversión de Tesla plantea dudas sobre el futuro de las inversiones extranjeras en el país.