AGENCIA
Ciudad de México.- Finca Rocío, la chocolatería propiedad de los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha visto un crecimiento notable en los últimos años. Desde su inauguración en octubre de 2020, la sucursal ubicada en República de Guatemala #20, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se ha mudado a un espacio más amplio para atender la creciente demanda de sus productos.
La tienda, situada dentro de una pequeña plaza, cuenta con un letrero que indica la mudanza al nuevo local y ofrece sus productos de 11:00 a 17:00 horas. Además de esta ubicación, la chocolatería ha expandido su presencia con una nueva sucursal en Cancún, Quintana Roo, y una segunda tienda en Villahermosa, Tabasco.
Aunque aún no cuentan con una tienda en línea, los interesados pueden conocer más sobre la marca y sus productos a través de su sitio web www.chocolaterocio.com y sus redes sociales en Facebook e Instagram. En estos canales, los clientes pueden informarse sobre la historia de la marca, el proceso de producción y contactar para realizar pedidos.
Andrés Manuel López Beltrán, uno de los hijos del presidente y fundador de Finca Rocío, ha explicado que la empresa es un legado de su madre, Rocío Beltrán, y que no tiene relación con el Gobierno de México. A pesar de las especulaciones, López Beltrán ha confirmado que al menos Gonzalo Alfonso López Beltrán participa en el negocio familiar. La marca aplica un proceso denominado Tree to Bar (del árbol a la barra), que abarca desde la plantación del cacao hasta la elaboración de las barras de chocolate con solo dos ingredientes: cacao orgánico de Finca Rocío y azúcar de caña.
Rocío Beltrán fue la primera esposa de López Obrador, con quien estuvo casada durante 24 años hasta su fallecimiento en 2003. Es madre de José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán.
Finca Rocío ofrece una variedad de productos, incluyendo barras de chocolate a 180 pesos, bebidas de chocolate entre 30 y 60 pesos, y estuches con cinco barras a 900 pesos o diez barras a 1,800 pesos. También venden lingotes de chocolate, que varían entre 1,235 y 1,560 pesos, dependiendo del porcentaje de cacao (60% u 85%).
La chocolatería continúa ganando popularidad en México, destacándose por su calidad y el proceso artesanal que preserva el legado familiar.