AGENCIA
Coatzacoalcos.- Después de luchar por su vida, Noriko, una enfermera de 22 años, falleció el pasado sábado en el Hospital Número 36 del IMSS en Coatzacoalcos, tras ser víctima de un brutal ataque a balazos. La joven, que estaba a punto de concluir su servicio social en el hospital, recibió un balazo en la cabeza el viernes 19 de julio, lo que la llevó a ingresar a terapia intensiva. A pesar de los esfuerzos médicos, no pudo sobrevivir.
Lizzet Ruiz, madre de Noriko, ha señalado a Gregorio “N”, exnovio de su hija, como el principal sospechoso del crimen. Según Ruiz, Gregorio acosaba a Noriko tanto en su escuela como en el hospital, y había intervenido su teléfono móvil para espiarla. “Él sabía todo lo que hacía, la esperaba afuera de la universidad, cuando veía ya estaba afuera del gimnasio”, comentó Lizzet Ruiz.
La madre de la víctima denunció a Gregorio a las autoridades y les proporcionó su dirección, pero las autoridades tardaron en actuar y, cuando finalmente fueron a buscarlo, ya no lo encontraron. Lizzet también ha recibido amenazas tras el asesinato de su hija y ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que garantice su seguridad.
Lizzet Ruiz ha solicitado la intervención de la gobernadora electa Rocío Nahle y del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se haga justicia en este caso y se proteja a su familia. El caso ha generado gran conmoción en la comunidad local, que clama por una respuesta rápida y efectiva de las autoridades.