AGENCIA
Vaticano.- Los archivos recientemente desclasificados del papado de Pío XII han arrojado nueva luz sobre dos temas controvertidos: la supuesta falta de acción del pontífice respecto al Holocausto y el escándalo relacionado con el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
Durante décadas, se ha debatido sobre la postura del Papa Pío XII frente al Holocausto, con críticos argumentando que no hizo lo suficiente para condenar o actuar contra el genocidio perpetrado por los nazis. Los nuevos documentos, que abarcan el período de 1939 a 1958, aportan información adicional a la existente, aunque el debate sobre su respuesta sigue siendo complejo.
Más revelador es el nuevo material relacionado con Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo. A pesar de que numerosos libros han documentado el comportamiento inmoral, el uso de drogas, las prácticas financieras imprudentes y el abuso sexual de Maciel, la Santa Sede tardó más de 50 años en actuar en su contra.
Los archivos muestran que ya en 1956, el Vaticano había recibido informes detallados sobre los abusos sexuales de Maciel a sus seminaristas y estaba dispuesto a tomar medidas drásticas, incluyendo su expulsión del ministerio sacerdotal. Sin embargo, la muerte de Pío XII en 1958 permitió que los partidarios de Maciel influenciaran el liderazgo vacante, salvaguardando su reputación y la de su orden.
En 2012, víctimas de Maciel publicaron en línea más de 200 documentos que detallaban las depravaciones de Maciel y cómo la Santa Sede había ignorado durante décadas las denuncias en su contra. Los nuevos documentos proporcionan un contexto adicional sobre quién dentro del Vaticano apoyó a Maciel y quién buscó medidas más severas contra él.
El material reciente confirma que, a pesar de la disposición del Vaticano en 1956 para actuar contra Maciel, el proceso de sanción fue lento. Maciel solo fue finalmente condenado en 2006 a una sentencia de “penitencia y oración”, una sanción que algunos consideran insuficiente dado el alcance de sus crímenes.
Este nuevo archivo es significativo no solo por las pruebas que ofrece sobre el caso Maciel, sino también por la luz que arroja sobre las luchas internas del Vaticano para abordar la corrupción y el abuso dentro de sus propias filas.
