AGENCIA
Guadalajara.- María del Rosario Alcalá buscó a su hija durante ocho años, pero todo ese tiempo el cuerpo de la joven estuvo en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Jalisco. María Guadalupe Alcalá Macías, hija de Rosario, desapareció el 24 de marzo de 2016, y 6 meses después su cuerpo fue ingresado al Semefo. Sin embargo, Rosario apenas fue notificada de esta situación.
La madre buscadora asegura que no se le tomaron muestras de ADN para comparar con los cuerpos en el Semefo, ya que le aseguraron que debía ser de un varón. Los hijos varones de Rosario eran menores de edad en ese momento, por lo que no fue posible tomar muestras de ADN de ellos.
Hoy, miércoles 17 de julio, Rosario acudió a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas para solicitar apoyo para sepultar a su hija, ya que no puede ser cremada, según documentó Notisistema.
Este no es el único caso en Jalisco. La familia de José Alberto Olivares Rodríguez lo buscó durante 6 años sin ser informados de que su cuerpo estaba en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). José Alberto fue ingresado al IJCF nueve días después de su desaparición.
Hasta el momento, se desconoce si ha habido alguna reparación para las familias de José Alberto y María Guadalupe, quienes son víctimas de esta negligencia.
En el estado de Zacatecas, dos funcionarios de la Dirección General de Servicios Periciales fueron removidos de sus cargos después de que la madre buscadora Virginia de la Cruz irrumpiera en el Congreso del Estado para reclamar por el retraso en la entrega del cuerpo de su hijo, José Alejandro de la Cruz López. José Alejandro estuvo ocho meses en el Semefo sin que se le informara a su madre, quien lo buscó todo ese tiempo.
Estos casos subrayan la necesidad de mejorar los procedimientos y la comunicación entre las autoridades forenses y las familias de personas desaparecidas, para evitar más sufrimiento y angustia a quienes buscan a sus seres queridos.