AGENCIA
Europa.- El martes, 12 ciudades italianas se encontraban bajo máxima alerta por calor excesivo, debido a un soplo de aire caliente procedente de África que ha elevado las temperaturas a más de 40°C (104°F) en el sur de Europa. Las autoridades municipales han tomado medidas para proteger a personas de edad avanzada, mientras que las cuadrillas de defensa civil reciben pedidos de despachar aeronaves para rociar agua sobre incendios forestales en Italia y Macedonia del Norte.
En Grecia, se han hecho disponibles al público centros con aire acondicionado y se han prohibido ciertas labores al aire libre, como el trabajo manual, los envíos y la construcción, durante el período más caluroso del día. Se pronostican temperaturas de 42°C (107°F) para el miércoles y jueves en varios países, lo que podría hacer que el termómetro registre 44°C (111°F) en la cuenca del río Guadalquivir, en el sur de España.
En Albania, un hombre de 72 años fue hallado muerto en su granja en Memaliaj, al parecer debido al calor. En Tirana, las calles y los cafés estaban casi vacíos y la poca gente que caminaba usaba sombrillas para protegerse del sol. Las altas temperaturas y los fuertes vientos estaban azuzando incendios desde el sur hasta el norte.
En Estambul, la municipalidad emitió una advertencia de calor y aconsejó a la ciudadanía evitar salir a la calle entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, especialmente a personas de edad avanzada, embarazadas, niños y personas de salud delicada. Se prevén temperaturas relativamente templadas de 34°C (93°F), pero se recomienda beber mucho líquido y vestirse con ropas ligeras.
En Italia, el zoológico de Roma está haciendo planes para dar paletas de hielo a los animales en los días siguientes, cuando se prevén temperaturas de 38°C (100°F). Sin embargo, no hubo tal alivio para quienes asistieron al concierto de Coldplay en Roma, que describieron el clima como “infernal” y “como si estuviéramos en un horno con un secador de pelo en la cara”.
Mientras tanto, las autoridades han destacado que estas condiciones climáticas extremas son un síntoma del cambio climático y su impacto en los sistemas meteorológicos del sur del Mediterráneo.
