De la Redacción
el buen tono
Región.- La autopista que conecta Córdoba con Orizaba, una de las rutas más transitadas del estado de Veracruz, nuevamente se ha convertido en un auténtico calvario para los conductores.
La situación es particularmente crítica en el puente de Metlac, donde el tráfico se ha intensificado debido a las lluvias recientes y a las interminables obras de mantenimiento y ampliación que, a pesar de las promesas oficiales, siguen sin concluirse.
La frustración de los conductores es palpable. “Llevo más de 30 minutos parado en el mismo lugar”, comenta Jorge López, un transportista que depende de esta vía de comunicación para su trabajo diario. “Las lluvias no ayudan, pero lo peor es que las obras nunca terminan. Esto ya es insostenible”.
Las autoridades habían asegurado que las obras estarían concluidas a principios de este año, pero el calendario se ha extendido sin explicación clara.
La situación se agrava con las lluvias, que no sólo ralentizan el tráfico, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los viajeros. El asfalto resbaladizo y las condiciones adversas del clima han causado varios accidentes menores en las últimas semanas, aumentando la tensión y la preocupación entre los usuarios de la autopista.
Los comerciantes y residentes de la región también sufren las consecuencias. “El flujo constante de turistas y clientes se ha reducido significativamente”, afirma Marta García, propietaria de una pequeña tienda en las afueras de la ciudad de Córdoba.
Los usuarios de la autopista Córdoba-Orizaba exigen una respuesta concreta y acciones inmediatas. La paciencia se está agotando, y la calidad de vida de muchas personas se ve afectada. Mientras tanto, el puente de Metlac sigue siendo un cuello de botella que simboliza la ineficiencia y la falta de planificación adecuada de las obras públicas en la región.
