Muchos recuerdan la clásica escena de la Época de Oro del cine mexicano en la que Pedro Infante llora por su hijo en “Ustedes los ricos”, por el momento desgarrador en el que el actor grita “¡Torito!”. Sin embargo, ¿sabías que esto nunca pasó?
Así es, Pedro Infante no grita “¡Torito!” en la película de Ismael Rodríguez de 1948, en la que Evita Muñoz “Chachita” y Blanca Estela Pavón acompañaron al ídolo de Guamúchil. A pesar de ello, muchos estamos convencidos de haberlo escuchado.
¿Por Qué Recordamos Algo que Nunca Sucedió?
La famosa escena de “Ustedes los ricos” muestra al protagonista, Pepe, el “Toro”, llorando desconsolado por la muerte de su pequeño hijo a causa de un incendio en el hogar. En las imágenes, Pepe sostiene en sus brazos al “Torito” y emite un lamento desgarrador tendido en el suelo. Pero aunque lo recuerdes, Pedro Infante nunca gritó el apodo del niño en esa escena.
Que este grito se haya quedado grabado en la memoria colectiva de los mexicanos se debe a lo que se conoce como el “efecto Mandela”. Este fenómeno psicológico se basa en la reacción de las personas a la repetición de una imagen o un sonido, haciéndonos creer en la realidad de algo que nunca ocurrió. Así, se crean falsos recuerdos que nos llevan a pensar que algo sí sucedió.
¿Qué Pasó Realmente en la Película?
“Ustedes los ricos” es parte de la exitosa trilogía de Pedro Infante, que se complementa con “Nosotros, los Pobres” y “Pepe, el Toro”. Sobre la muerte del “Torito”, en una escena anterior al llanto desconsolado de Pepe, él busca angustiado a su hijo y ahí sí grita su apodo, llamándolo desesperadamente. Pero cuando aparece con el bebé en brazos, nunca grita su nombre en la famosa escena que todos recordamos.
Un Dato Curioso
El actor Joaquín Cordero, quien estuvo presente en la filmación, compartió que Pedro Infante no dejó de llorar una vez que cortaron la escena. El director Ismael Rodríguez pidió al elenco que le dieran un momento a Pedro para que se desahogara.
Reflexión Final
La cruda escena del “Torito” ha hecho llorar a muchos, y el fenómeno del “efecto Mandela” nos muestra cómo nuestra memoria puede jugarnos trucos, haciéndonos recordar cosas que nunca ocurrieron. Este curioso fenómeno nos invita a reflexionar sobre la manera en que consumimos y recordamos el cine, y cómo nuestras emociones pueden influir en la construcción de nuestros recuerdos.
