AGENCIA
España.- El pasado 6 de julio, un grupo de ciudadanos en Barcelona protagonizó una peculiar protesta contra el turismo masivo, utilizando pistolas de agua para rociar a visitantes extranjeros que se encontraban almorzando en restaurantes, bares y terrazas de la ciudad. Esta acción, captada en video, es una manifestación del creciente descontento de los barceloneses hacia el impacto negativo del turismo desmedido en su ciudad.
Las protestas no se limitaron a Barcelona, ya que en días recientes se registraron manifestaciones similares en Andalucía, Canarias y Baleares. Los inconformes argumentan que el turismo masivo ha encarecido significativamente los precios de la vivienda y la renta, afectando la calidad de vida de los residentes locales.
Durante la protesta en Barcelona, los manifestantes rociaron a los turistas con agua y lanzaron consignas como “¡Turistas, váyanse a sus casas!” y “¡Barcelona no está en venta!”. Este lunes, el Ayuntamiento de Barcelona condenó las acciones de los ciudadanos contra los visitantes extranjeros, subrayando la importancia de mantener el respeto y la convivencia.
Ante el creciente malestar, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció en junio un plan para eliminar de manera gradual todos los alquileres a corto plazo para el año 2028. Este plan forma parte del “Plan Vivir de vivienda”, que incluye medidas como la supresión de más de 10,000 pisos turísticos para que vuelvan a ser de uso residencial.
Además, Collboni propuso aumentar el recargo del impuesto turístico a 4 euros por noche, con el objetivo de reforzar los recursos destinados a gestionar el impacto del turismo en la ciudad. Estas medidas buscan frenar el aumento de los costos de la vivienda y hacer de Barcelona una ciudad más habitable y accesible para sus residentes.
Las autoridades esperan que estas iniciativas logren equilibrar la industria turística con las necesidades de los barceloneses, mitigando los efectos negativos del turismo masivo y preservando la calidad de vida en la ciudad.
Bueno hay muchos destinos turísticos para ir; no deberían empecinarse en ir a un lugar donde no los quieren. ¿Pero de qué viviría Barcelona sin los turistas?
España está de cabeza, el socialismo trastoca las ideas de la gente, se repudia al turismo que genera riqueza y se aceptan 500 mil migrantes que nada aportan al país y viven de los impuestos.
Los turistas van a dejar su dinero en dichos lugares, no a robar, deberían más bien agradecer que hayan escogido ir a sus países. ¿Qué dirán los bares, restaurantes, hoteles, toda la industria turística que se beneficia de ello en cada país elegido por el turista?
