AGENCIA
Internacional.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de su agencia para el cáncer, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIRC/IARC), ha clasificado al talco y al acrilonitrilo como probablemente cancerígenos para los seres humanos. Esta determinación se basa en estudios parciales en seres humanos, específicamente vinculados al cáncer de ovario en el caso del talco, así como en pruebas suficientes obtenidas a partir de estudios en animales de laboratorio.
El talco, un mineral natural extraído en varias regiones del mundo, se considera probablemente cancerígeno debido a la exposición que ocurre durante su extracción, molienda o procesamiento industrial, así como durante la fabricación de productos que lo contienen. Para la población en general, la exposición se da principalmente a través del uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco. A pesar de que la evaluación se centró en el talco libre de amianto, persisten preocupaciones sobre su contaminación con este mineral en algunos estudios.
En relación con el acrilonitrilo, un compuesto orgánico volátil utilizado en la producción de polímeros, la IARC encontró pruebas suficientes de su carcinogenicidad para el cáncer de pulmón en humanos y pruebas limitadas de su relación con el cáncer de vejiga. Este compuesto se utiliza ampliamente en la fabricación de fibras para ropa, alfombras, plásticos para productos de consumo y componentes automotrices, además de estar presente en el humo del cigarrillo y la contaminación del aire.
La clasificación de estos dos compuestos como probablemente cancerígenos refleja la continua evaluación de los riesgos para la salud asociados con su exposición, destacando la necesidad de medidas preventivas y regulaciones adecuadas para mitigar dichos riesgos en entornos laborales y para el público en general.
Esta determinación surge en un contexto donde el gigante farmacéutico Johnson & Johnson recientemente llegó a un acuerdo con la justicia en Estados Unidos por un caso relacionado con talco, aunque estudios anteriores no han encontrado un vínculo estadístico claro entre el uso de talco en las partes genitales y el riesgo de cáncer de ovario.
La OMS y la IARC continuarán monitoreando y actualizando la evidencia científica disponible para informar sobre los riesgos potenciales de estos compuestos y otros agentes carcinógenos.
