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Estados Unidos.- En 1955, Owen y Dolly Pope lograron una hazaña histórica: vivir en el parque de Disneyland durante más de 15 años sin que nadie lo supiera. Este matrimonio no solo vivió en los parques de Disneyland sin que ningún visitante se diera cuenta, sino que también fueron contratados por el propio Walt Disney.
Antes de establecerse en la propiedad de Disney, Owen y Dolly llevaban una vida nómada, exhibiendo caballos en diversas ferias de California y viviendo en una camioneta. En 1950, todo cambió cuando Harpe Goff, un amigo cercano de Walt Disney, vio su espectáculo en el Auditorio Pan Pacific en Los Ángeles y recomendó al empresario observarlo.
Disney se interesó en los ponis y el equipo que utilizaban los Pope, ya que estaba trabajando en un parque de diversiones que planeaba construir junto a sus estudios en Burbank. En 1951, Owen y Dolly se unieron a Walt Disney pensando que él quería comprar sus ponis, pero el empresario les habló del proyecto y, tiempo después, la pareja se mudó a los estudios de Disney, donde permanecieron casi tres años.
En esa década, Disney atravesaba una crisis financiera y buscaba diversificar su negocio. Tras ver el espectáculo de los Pope, sugirió la idea de construir un parque de atracciones en Disneyland y quería que la pareja realizara espectáculos y administrara las actividades con los caballos. En 1951, los Pope se mudaron a los estudios de Disney en Burbank, siendo los únicos que vivieron allí junto con militares de la Segunda Guerra Mundial.
Tres días antes de la apertura de Disneyland en 1955, se les ofreció a los Pope una casa dentro del parque, en la zona que después se convertiría en Big Thunder Ranch. Eligieron una vivienda tipo rancho de unos 120 metros cuadrados, que se convirtió en su hogar.
Frontierland es una de las áreas temáticas más famosas del parque, con atracciones que evocan el siglo XIX y lugares como el Golden Horseshoe Saloon y Tom Sawyer Island, que ofrecen una inmersión en la historia estadounidense. Owen y Dolly fueron claves para el éxito de la Pony Farm, cuya principal atracción eran las cabalgatas. Además de cuidar los caballos, se encargaban de la construcción de carretas y carruajes.
La buena relación de los Pope con Walt Disney les permitió ciertos privilegios. Según la página oficial del parque, Owen y Dolly son las únicas personas, aparte del personal militar alojado durante la Segunda Guerra Mundial, que vivieron dentro de las instalaciones de Disneyland.
Esta nota destaca la increíble historia de los Pope, quienes no solo ayudaron a establecer una de las atracciones más queridas de Disneyland, sino que también vivieron en el corazón del parque, contribuyendo significativamente a su éxito.
