AGENCIA
Xalapa.- El delito de extorsión en Veracruz ha mostrado un preocupante incremento desde 2018, cuando se reportaron 578 casos anuales, hasta los 881 denunciados al cierre de 2023, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En los primeros cinco meses de 2024, ya se han registrado 376 carpetas de investigación abiertas por este delito, lo que representa el 42.6 por ciento (%) del total reportado el año pasado.
Diecisiete municipios se ubican en los primeros diez lugares a nivel estatal con respecto al mayor número de denuncias. Xalapa encabeza la lista con 56 denuncias este año, seguido por Veracruz con 37, Coatzacoalcos con 19, Tuxpan con 16, y Boca del Río y Córdoba con 15 cada uno.
El sexto lugar corresponde a Perote con 12 denuncias; Emiliano Zapata y Orizaba comparten el séptimo lugar con 10 cada uno; Martínez de la Torre, Minatitlán y Poza Rica están en el octavo lugar con ocho denuncias cada uno. Coatepec y San Andrés Tuxtla comparten el noveno lugar con siete denuncias cada uno, mientras que Las Choapas, Huatusco y Papantla ocupan el décimo lugar con seis denuncias cada uno.
Richard Rivera Garrido, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC) en Xalapa, indicó que los constructores en la zona norte del estado son los más afectados por la extorsión, aunque también hay casos en Xalapa. Rivera Garrido señaló que los comercios y obras de construcción en Tuxpan, Poza Rica, y Pánuco padecen significativamente este problema.
“En cuestión de comercio sí está muy canijo el tema de extorsión. En Banderilla, la extorsión se realiza mediante notas amenazantes deslizadas por debajo de los negocios durante la noche, exigiendo que se reporten”, explicó Rivera Garrido.
Los empresarios a menudo reciben llamadas telefónicas extorsivas, pero en otros casos, los mensajes intimidatorios son dejados en sus negocios. “Lo primero es la llamada, a mí aquí en Xalapa me han intentado llamar también para lo mismo, pero ya sabemos que son llamadas que no hay que contestar. En la zona norte, llegan a las obras directamente y piden hablar con el encargado”, comentó.
Rivera Garrido destacó que los encargados de obras son los principales objetivos de los extorsionadores, quienes buscan obtener información sobre el empresario. “Se van con el encargado y le empiezan a sacar información de quién es el representante legal o quién está a cargo de la obra. Aquí en Xalapa han llegado a preguntar directamente por mí; son personas que ya tienen datos, te ubican, conocen tu domicilio fiscal, es un modus operandi”, señaló.
El presidente de la AMIC agregó que la fácil accesibilidad a la información empresarial en las plataformas de transparencia deja a los constructores en un estado de vulnerabilidad. “En las páginas del Órgano de Fiscalización se puede ver a qué empresa le dieron la obra y quién es el responsable. Piensan que los constructores tienen mucho dinero, pero hay pequeñas y medianas empresas que apenas sobreviven”, agregó.
A pesar de presentar denuncias ante la Fiscalía General de Veracruz (FGE), muchos empresarios sienten que no hay capacidad de investigación adecuada. “Vas a denunciar y te toman el dato en la Fiscalía, pero hay delitos de alto impacto que son los que abordan. Los delitos como la extorsión no tienen la atención adecuada, por eso la gente no denuncia. Es perder tiempo para que no te hagan caso”, concluyó Rivera Garrido.
