En un día lleno de solemnidad y gratitud, Felipe VI conmemoró el décimo aniversario de su proclamación como rey de España en una emotiva celebración en el Palacio Real de Madrid. Acompañado por la reina Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, el monarca presidió un cambio de guardia y entregó condecoraciones a ciudadanos destacados por su servicio ejemplar a la sociedad.
En su discurso institucional, Felipe VI destacó la importancia de la coherencia y la integridad en sus acciones durante estos diez años de reinado, subrayando su compromiso con la Constitución y la estabilidad institucional del país. Recordó momentos difíciles, como las decisiones tomadas respecto a su padre, Juan Carlos I, y su hermana, la infanta Cristina, reflejando su determinación de actuar con integridad, incluso cuando implica un costo personal.
El evento fue una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos enfrentados, incluyendo la crisis catalana de 2017, donde el rey se dirigió a la nación para mantener el orden constitucional. La celebración culminó con un almuerzo oficial, donde las hijas del monarca expresaron su agradecimiento a sus padres por enseñarles el valor de la Corona y su importancia para la sociedad española.
La ciudad de Madrid se vistió de gala con banderas españolas mientras madrileños y turistas se reunían para presenciar el desfile de la guardia real y saludar a la familia real desde los balcones del Palacio Real. La ocasión no solo fue un tributo a diez años de reinado, sino también un momento de unidad y reconocimiento hacia el papel de la monarquía en la historia y la actualidad de España.
Este aniversario marca no solo un hito personal para Felipe VI, sino también un recordatorio de la evolución y los desafíos del país en la última década bajo su liderazgo.