AGENCIA
Coatepec.- Las recientes lluvias intensas han provocado el arrastre de cenizas provenientes de los incendios forestales en el área del Cofre de Perote hacia los ríos y arroyos de los municipios de Coatepec y Xico. Esta situación ha generado preocupación entre los habitantes y autoridades locales debido al impacto ambiental y la afectación en la calidad del agua.
Ana Karen Novoa Rodríguez, gerente general del Fideicomiso Público de Administración (Fidecoagua) en Coatepec, destacó las consecuencias palpables de los siniestros ocurridos en el bosque mesófilo de montaña hace más de tres semanas. “Las consecuencias las vamos a observar en los siguientes meses. De hecho, en el río ya hay cenizas, es algo que podemos ver de manera directa sin necesidad de un estudio tan técnico”, comentó Novoa Rodríguez.
La presencia de cenizas en los afluentes afecta a las comunidades que dependen del agua de estos ríos y arroyos. La funcionaria advirtió sobre la necesidad de tener precaución con el uso del agua proveniente de estos cuerpos de agua, especialmente en las localidades más cercanas a los incendios.
Las cenizas, además de contaminar el agua, representan una grave consecuencia de los incendios forestales que han devastado cientos de hectáreas de vegetación y fauna silvestre en la región.
Uno de los incendios más severos se registró en la localidad de Barranca Grande, municipio de Ixhuacán de los Reyes, donde las llamas comenzaron el domingo 26 de junio y se prolongaron casi dos semanas. Otro incendio significativo ocurrió en el poblado “Paso Panal” del municipio de Xico, extendiéndose al Parque Nacional Cofre de Perote el lunes 27 de mayo. Este siniestro fue combatido por elementos de Protección Civil de Xico y voluntarios locales.
Según la Comisión Nacional Forestal (Conafor), hasta la fecha se han registrado 153 incendios forestales en el estado de Veracruz, colocándolo en el noveno lugar a nivel nacional en cuanto a número de incidentes. Jessica Iveth Luna Lagunes, meteoróloga de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que, en promedio, han sido afectadas aproximadamente ocho mil hectáreas.
Las autoridades locales y los expertos en medio ambiente continúan monitoreando la situación y trabajan en la implementación de medidas para mitigar los efectos de las cenizas en los afluentes y garantizar la seguridad y salud de los habitantes de la región.