AGENCIA
Internacional.- Hace un año, el submarino Titán, operado por la empresa OceanGate, inició una expedición hacia las profundidades del océano Atlántico con el objetivo de explorar los restos del Titanic. La aventura, que prometía ser un viaje memorable, terminó en tragedia cuando el sumergible desapareció aproximadamente una hora y 45 minutos después de iniciada la misión. La implosión del submarino, causada por la enorme presión submarina, resultó en la muerte de todos los tripulantes.
El Titán llevaba a bordo a cinco personas: Stockton Rush, fundador de OceanGate; Hamish Harding, empresario británico; Shahzada Dawood y su hijo Suleman, miembros de una de las familias más prominentes de Pakistán; y Paul Henry Nargeolot, exoficial de la marina francesa y experimentado explorador del Titanic.
Unas 80 horas después de la desaparición, cuando las reservas de oxígeno del vehículo ya se estaban agotando, se anunció el descubrimiento de los restos del submarino. OceanGate informó en un comunicado que los pasajeros del sumergible estaban “tristemente desaparecidos” y destacó el espíritu aventurero y la pasión por la exploración y protección de los océanos que compartían los tripulantes. “Lamentamos la pérdida de vidas y la alegría que trajeron a todos los que conocían”, expresaron.
En conmemoración del primer aniversario de la tragedia, se han revelado las últimas fotos de la tripulación. Estas imágenes, publicadas por Action Aviation, la empresa de Hamish Harding, muestran a los cinco hombres dentro del Titán, listos para iniciar la expedición a unos 600 kilómetros de la costa de Terranova, Canadá.
El propio Hamish Harding había confirmado su participación en el viaje a través de las redes sociales, compartiendo imágenes de los preparativos de la misión. Estas fotos, ahora imbuidas de un trágico significado, representan los últimos momentos de la tripulación antes de sumergirse en las profundidades donde ocurrió la fatal implosión.
El Titanic, famoso por su trágico hundimiento en 1912 durante su viaje inaugural tras chocar con un iceberg, se encuentra a 3 mil 800 metros de profundidad en el fondo del Atlántico. Más de mil 500 personas perdieron la vida en ese desastre marítimo. Los restos del barco están ubicados a unos 600 kilómetros de la costa de Terranova, Canadá, y han sido objeto de numerosas expediciones a lo largo de los años.
La tragedia del Titán ha servido como un recordatorio sombrío de los riesgos asociados con la exploración de las profundidades del océano y ha dejado una huella indeleble en la comunidad de exploradores submarinos y en las familias de las víctimas.