Está claro que no se llega a ser el mejor bartender del mundo sólo teniendo gracia para mezclar ingredientes. El contexto también ayuda. Y eso lo tuvo muy claro David Ríos, campeón del Wolrd Class, desde el principio, de ahí que llame la atención encontrarse detrás de la barra a un profesional tan bien vestido.
Le seguimos durante una jornada de trabajo en Madrid. El coctelero vasco llegó a la capital para una cita con la prensa en el Hotel Urso. Tenía que presentar la nueva ginebra Jinzu, una creación de Dee Davisque se caracteriza por incorporar sake y botánicos japoneses a este líquido tan de moda.
¿Qué nos llamó principalmente la atención de Ríos? Su apuesta por la sastrería. Viniendo de donde viene, Bilbao, no podía faltar en su armario una pieza de Lander Urquijo, posiblemente uno de los mejores sastres del país. Pero había más cosas en su maleta: Silbon, Massimo Dutti, Scalpers…
Así, vimos cómo sabía combinar gris con color, como no le tenía miedo al estampado militar y cómo se ponía impecable con un chaleco, la encarnación perfecta del caballero.
Efectivamente, no basta con saber agitar la coctelera. Y eso ya lo tenía claro Tom Cruise en los 80.
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