Los relojes no sólo están para marcar el tiempo, también están para hacerlo único. Y de eso damos buena prueba en este reportaje.
Seleccionamos ocho modelos que no conocen el paso del tiempo. Ocho formas de resaltar la muñeca con pequeñas obras maestra de precisión pensadas para medir lo más intangible.
El diseño es otro de los componentes que hace únicas estas piezas de colección. La pureza del Art Decó o la elegancia de las formas clásicas con complicadas agujas y esferas de delicadas proporciones. La importancia de cuidar el detalle hasta en el último pespunte de la correa o las complicaciones más complejas. Todo esto conforma un universo donde le tiempo parece que se detiene y eso que sabemos que corre porque vemos avanzar el segundero en un mágico compás que nos acompañará toda la vida.
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