Los parásitos, esos huéspedes no deseados que viven a costa de nuestra salud, pueden ocasionar desde molestias leves hasta enfermedades graves si no se les pone freno a tiempo. Por eso, hoy te traemos una nota cargada de información crucial para que estés alerta ante los riesgos y síntomas de no desparasitarte.
¿Qué son y cómo nos invaden?
Los parásitos intestinales son organismos que viven en nuestro intestino y se alimentan de nuestros nutrientes. Algunos de los más comunes son:
- Ascaris: Gusanos redondos que pueden crecer hasta 30 cm.
- Oxiuros: Pequeños gusanos blancos que provocan picazón anal, especialmente por la noche.
- Tenias: Gusanos largos y planos que pueden llegar a medir varios metros.
- Giardias: Protozoos microscópicos que causan diarrea.
Estos parásitos pueden ingresar a nuestro cuerpo de diversas maneras:
- Ingestión de huevos: Presentes en alimentos o agua contaminados con heces de personas o animales infectados.
- Contacto con tierra contaminada: Los huevos de algunos parásitos pueden sobrevivir en el suelo durante meses.
- Relaciones sexuales sin protección: Algunos parásitos, como el protozoo Trichomonas vaginalis, se transmiten por vía sexual.
¿Cuáles son las consecuencias de no desparasitarse?
Si no se toman medidas para eliminarlos, los parásitos pueden provocar una serie de problemas de salud, como:
- Diarrea: Puede ser acuosa o con sangre, y acompañarse de dolor abdominal, náuseas y vómitos.
- Desnutrición: Los parásitos absorben los nutrientes de los alimentos, lo que puede provocar deficiencias vitamínicas y minerales, especialmente en niños.
- Anemia: Algunos parásitos, como las anquilostomas, se alimentan de la sangre, lo que puede provocar anemia por deficiencia de hierro.
- Retraso en el crecimiento: En el caso de los niños, las infecciones parasitarias pueden afectar su crecimiento y desarrollo físico y mental.
- Complicaciones graves: En casos extremos, algunas parasitosis pueden provocar complicaciones graves como obstrucción intestinal, apendicitis o incluso la muerte.
¿Cómo saber si estoy desparasitado?
Algunos de los síntomas que pueden indicar una infección parasitaria son:
- Diarrea: Sin explicación aparente, que puede durar varias semanas.
- Dolor abdominal: Puede ser cólico o tipo calvario.
- Pérdida de apetito y peso: Sin causa aparente.
- Náuseas y vómitos.
- Picazón anal: Especialmente por la noche.
- Presencia de gusanos en las heces.
¿Cuándo y cómo desparasitarse?
La frecuencia con la que se debe desparasitar depende de varios factores, como la edad, el estilo de vida y la zona en la que se vive. En general, se recomienda desparasitarse:
- Cada 6 meses: A niños, mujeres embarazadas y personas que viven en zonas de alta prevalencia de parasitosis.
- Una vez al año: Al resto de la población.
Es importante consultar con un médico para determinar cuál es el desparasitante más adecuado en cada caso.
Prevención: ¡la clave para estar libre de parásitos!
Además de desparasitarse periódicamente, existen otras medidas que se pueden tomar para prevenir las infecciones parasitarias:
- Lavarse las manos con frecuencia: Con agua y jabón, especialmente antes de comer y después de ir al baño.
- Consumir agua potable: Evitar beber agua de fuentes no confiables.
- Lavar bien las frutas y verduras: Antes de consumirlas.
- Cocinar bien la carne: Especialmente la carne de cerdo y res.
- Evitar el contacto con tierra contaminada: Usar calzado adecuado al caminar descalzo.
- Practicar sexo seguro: Usar condón para prevenir la transmisión de parásitos por vía sexual.
¡Recuerda! Desparasitarse es una medida de salud pública fundamental para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. No esperes a tener síntomas para actuar. Consulta con tu médico y toma las medidas necesarias para mantenerte libre de parásitos.
